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Los objetivos de Elon Musk en Argentina y Latinoamérica

La afinidad con líderes como Bukele o Javier Milei no es meramente ideológica. El magnate tech considera a la región como un recurso clave para garantizar el futuro de su imperio

Por Redacción

09 de abril, 2024 - 20:41

El magnate tecnológico Elon Musk, considerado como la tercera fortuna más grande del mundo, está utilizando su Red social X, ex Twitter, para conocer, evaluar y establecer lazos con la corriente política de centro y ultraderecha en América Latina. A su vez, al multimillonario le interesan las posibilidades de consumo de las economías de la región, y la disponibilidad de recursos críticos, como son el litio, las energías limpias e importantes biosferas con poca injerencia del hombre.  

En los últimos años, las opiniones de Musk sobre temas políticos, sociales y de conflicto han coincidido con la de mandatarios conservadores, de ultraderecha y con características disruptivas que gobiernan en algunos países del subcontinente latinoamericano. El emprendedor tecnológico ha expresado sus opiniones sin reservas y no ha dudado en mostrar una marcada simpatía por acciones polémicas de uno u otro jefe de Estado de corte outsider.

Llamativamente, en un reciente mensaje a través de su cuenta oficial de X, Musk mencionó la abundante riqueza en recursos naturales de Venezuela, marcando que, de no haberse producido un cambio hacia un furibundo socialismo populista, durante el mandato del desaparecido presidente Hugo Chávez, el país podría haber experimentado una prosperidad que lo hubiera llevado a ser una de las principales economías sudamericanas.

La líder opositora y principal esperanza para arrebatarle el Ejecutivo a Maduro, María Corina Machado, reaccionó con entusiasmo a las declaraciones de Musk y expresó su deseo de reconstruir el país para convertirlo en una nación próspera, con una economía de mercado moderna y garantías jurídicas, donde puedan llegar inversiones revolucionarias como la del estadounidense.

Starlink como vía de acceso

Musk está tratando de crecer en influencia en Latinoamérica, no solo vía X, sino, a través de las telecomunicaciones de amplio espectro, como es el caso de Starlink, su empresa de Internet satelital, adaptada para mejorar la conectividad en áreas remotas, donde otras compañías no llegan o no les resulta rentable económicamente.

 

La firma de Musk tiene operaciones en países como Chile y Brasil, y, también, ha rubricado un acuerdo en México, donde planea, paralelamente, construir una nueva fábrica de Tesla en dicho país.

Argentina, conocida por sus amplias reservas de litio, tiene dinámicos acuerdos automotrices que existen entre el país sudamericano y el estado mexicano, se convierte en una pieza clave en los planes de Musk para la producción de vehículos eléctricos, entendiendo que Argentina proporcionaría la materia prima y los ‘aztecas’ la fabricación de los vehículos autónomos.

Nayib Bukele y Javier Milei

La postura política de Musk oscila entre la polaridad y las acciones moderadas, pero no deja de mostrar una clara simpatía por Nayib Bukele o Javier Milei, considerándolos mandatarios valientes y comprometidos con las ideas del capitalismo y los derechos de la ciudadanía a vivir en seguridad y con posibilidades de crecer económicamente. Clara prueba de esto, son los recíprocos mensajes de elogio con el líder salvadoreño y la confirmada cita con el presidente libertario argentino, quien visitará la fábrica de Tesla, ubicada en la ciudad de Austin, Texas.

En el ámbito de su propio país, pese a mostrar una difusa afinidad con el expresidente Donald Trump, no está claro a quién apoyará el titular de SpaceX en la contienda presidencial de noviembre. En este contexto, si bien anunció que no haría donaciones directas a campañas, su posición política puede inclinarse hacia uno u otro lado en función de sus intereses, lo que ha generado incertidumbre entre los directivos que dirigen sus empresas y que, muchas veces, no saben cómo reaccionar frente a las rispideces con el Gobierno de turno, o sea, con una postura manifiesta de colaboración o de rechazo.