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Tragedia evitable

Indiferencia fatal: una nena murió asfixiada mientras su padre jugaba a la Play

La pequeña falleció trágicamente adentro de un automóvil estacionado bajo el sol abrasador de Arizona. Había permanecido encerrada por más de tres horas.

Redacción

Por Redacción

6 Agosto de 2024 - 17:49

Indiferencia fatal: una nena murió asfixiada mientras su padre jugaba a la Play

Un hecho que ha conmocionado a la opinión pública estadounidense ha tenido como protagonista a Christopher Scholtes, un hombre de 37 años acusado de asesinar a su propia hija de 2 años, Parker. La pequeña falleció trágicamente dentro de un automóvil estacionado bajo el sol abrasador de Arizona, mientras su padre se encontraba dentro de su hogar, completamente absorto en una partida de videojuegos.

Una siesta fatal

Según el relato de Scholtes, su hija se había quedado dormida durante el viaje y, con el fin de no interrumpir su sueño, decidió dejarla dentro del vehículo con el aire acondicionado encendido. Sin embargo, la distracción que le provocó el juego lo llevó a olvidar por completo a la pequeña, quien permaneció encerrada durante más de tres horas en un vehículo expuesto a temperaturas extremas.

Un hombre dejó a su hija de 2 años encerrada en el auto para jugar  tranquilo a la Playstation y murió sofocada | TN

Erika Scholtes, madre de la niña y profesional de la salud, descubrió el cuerpo sin vida de su hija al regresar a casa. A pesar de sus desesperados intentos por reanimarla, la pequeña ya había fallecido. La autopsia reveló que la causa de muerte fue un golpe de calor.

Un patrón de negligencia

Las investigaciones posteriores revelaron que este trágico suceso no fue un hecho aislado. Las otras dos hijas de la pareja declararon que su padre las dejaba con frecuencia dentro del automóvil mientras él se ocupaba de sus asuntos personales. Este patrón de negligencia ha generado una profunda indignación en la comunidad y ha puesto en evidencia la fragilidad de los lazos familiares.

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Ante las autoridades, Christopher Scholtes expresó su profundo arrepentimiento y aseguró que lo ocurrido fue un "gran error". Sin embargo, sus palabras resultan insuficientes para aliviar el dolor de una madre que ha perdido a su hija de la manera más cruel e inexplicable.

La justicia estadounidense ha actuado con celeridad y ha imputado a Scholtes por los delitos de asesinato y maltrato infantil. El hombre enfrenta una pena de prisión que podría extenderse por varios años.