Crece la disputa legal entre Biden y Texas por boyas antimigración

La administración de Joe Biden decidió proseguir con la demanda en la que alega que el estado de Texas, gobernado por los republicanos, violó una ley medioambiental estadounidense, al instalar una barrera flotante de 300 metros de extensión en el río Grande. La misma fue desplegada para impedir el cruce ilegal de la frontera desde México.

En este contexto, el juez de distrito David Ezra, de Austin, dijo que la demanda del Departamento de Justicia de Estados Unidos, quien afirma que la cadena de boyas está sujeta a una disposición que obliga a los Estados de la confederación a obtener la aprobación federal antes de obstruir vías navegables, tiene los argumentos suficientemente válidos para permitir que el proceso de disputa legal siga adelante.

La barrera flotante forma parte de una serie de medidas que el gobierno de Texas adoptó, en respuesta al incremento gigantesco del número de inmigrantes que cruzan ilegalmente la frontera y cuya problemática social, según afirman, se la observa como un fracaso del presidente demócrata Joe Biden, a la hora de abordar el problema.

Autoridades texanas, también, transportaron en autobuses a contingentes de inmigrantes rumbo a estados gobernados por demócratas. A su vez, instaló vallas de alambre de púas a lo largo de la frontera y aprobó una ley que permite procesar a las personas que se encuentren ilegalmente dentro de los límites de Texas.

Las antedichas medidas han dado lugar a batallas legales con el Gobierno de Biden y grupos de defensa de derechos, quienes afirman que Texas está interfiriendo en el poder de la administración federal, la cual, pretende hacer cumplir las leyes de inmigración y los derechos de los inmigrantes a solicitar ayuda humanitaria, dentro del marco de las convenciones internacionales suscriptas por Estados Unidos.