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Gracias a la vida

30 de octubre, 2020 - 21:54

Mañana cumple aniversario el más grande de los dioses paganos... Pocas cosas emocionan tanto como sentir Arte en cada segundo que miramos y recibimos esa maravillosa sensación de placer que nos brinda la estética, la forma, la belleza hecha expresión y que es lo que un ser humano nos puede transmitir. 

Mientras veía un video de una canción que se llama El crack, oía su letra, (sueños de niñez, convertir alguna vez un gol a estadio lleno, eludiendo al portero…en casa faltaba el pan a veces faltaba el té y nunca dejó de soñar… ) se me entremezclaban sensaciones, el tema no fue hecho para él, fue hecho para otro futbolista de barrio y de pueblo, pero de otro país (en su mente imaginar que las calles son estadios y las balas papel picado, las sirenas eran cantos y un gol ahogaba el llanto…). Indeclinable e irremediablemente caí en el mas grande, en su enquiste en la sensibilidad de los mortales que amamos este deporte y quise dar gracias... 

Gracias Diego, por el barro, por el barrio, por la villa, por la vida, por tus sueños, por los míos, los de ellos, los de éstos, por los de aquellos, por vivir equivocándote solo para hacernos sentir que sos un humano como nosotros y no creerte más que nadie. No creerte más que los pibes que se ensucian de tierra y barro en los barrios de nuestros pueblos, esos mismos donde vos, a fuerza de hambre, pobreza, y de lo único gratis en esta vida, sueños, decidiste que ibas a contarle al mundo de qué se trataba ser un artista, desarrollando músicas, poesías, danzas mitológicas, trazando a pincel la sonrisa y la emocionante excitación de un pueblo agradecido de tanta magia, gracias por que seguís no creyéndote D10S, para que nos sintamos cerca tuyo y porque seguís creyéndote D10S para que nos sintamos cerca tuyo. Sí, contradictorio como tu vida misma... pero no sos igual a los demás, sos tan distinto, que uno no  termina de entenderte nunca, gambeteando hasta los parámetros, sos aparte de esta especie, sos distinto, como en la cancha donde nadie podrá tener la belleza de tus movimientos, cuando tenías que abrazar la redonda con tu pie zurdo y lo odié, lo acepté, lo gocé, lo ‘pelié’, lo defendí, lo disfruté, lo miré, lo palpé, lo abracé, lo grité, lo extrañé, y sobre todo LO VIVÍ... 

Y te lloré cuando aquella tarde, en el atardecer, bien atardecer dijiste que te equivocaste y pagaste, pero que algo (¿el amor de tu vida quizás...?) no se manchaba, esa misma que acariciaste contra los tanos usando tu lujoso traje de ángel invisible para poner el 1 - 1. La misma que utilizaste de manera egoísta y tendenciosa, para que los del parche en el ojo no hicieran otra cosa más que desearla y desear no haber ido al Azteca esa tarde y que lo único que les permitiste hacer fue que solo pudieran mirar como seguía ahí, esperando el beso, pegadita a la izquierda antiimperialista, esa misma que mimaste contra los belgas dos maravillosas veces y la dejaste mansita en la red, esa misma que caía de emboquillada en algún arco tano o español o argentino, esa misma que amaste más que a nada en el mundo, excepto a la Tota.

Esa misma que gira más lindo desde que la empezaste a moldear con tu zurda, esa misma que te extraña como todos nosotros. Como todos aquellos, como te extrañan hasta los que no tuvieron la fortuna incalculable y egoísta de haberte visto danzar dentro de un campo de juego, de navegar por el espacio verde como un “barrilete cósmico" que hasta el día de hoy nadie sabe de dónde carajos viniste, esa misma que besaste y le hiciste el amor en cada contacto con tu pie izquierdo, esa... la redonda, no se mancha...y esa tarde te lloré desde tu dolor humano y terrenal, te lloré desde mi emoción adulta de pensar en los pibes de la villa que todavía sueñan, como un tal Pelusa, allá lejos por los 70, “con jugar un mundial”, ese día, esa tarde fiera, amarga como pocas, de esas que el nudo en la garganta no te lo desata ni un boy scout, esa tarde te di gracias, y le di gracias a Dios por haberte visto y haber sido contemporáneo, esa tarde te lloré Diego... pero la vida es también redonda, como tu amante de cuero número 5, y vos, Diego Armando le hiciste ese gran gol a la vida...