Verano | Cómo descansar correctamente y que el calor no nos impida conciliar el sueño

El calor, las altas temperaturas y los mosquitos hacen del verano una temporada difícil para poder dormir y descansar bien de noche. Según especialistas, culturalmente "ya no dormimos lo mismo que antes", por lo que será necesario tener algunos recaudos para que esto no nos juegue en contra

Facundo Nogueira, jefe de la sección Medicina del Sueño del hospital de Clínicas, habló con El Interactivo (lunes a viernes de 12 a 14 por Facebook y YouTube de Ciudadano News) y explicó que "el verano tiene algunas características que hacen que el sueño pueda verse afectado un poco más de lo que ocurre habitualmente" y uno de los factores que hay que equilibrar "son las horas de conectividad".

Teniendo en cuenta que "en los últimos años se duerme 2 horas menos de lo que dormían nuestros padres y nuestros abuelos", lo mejor es organizar y crear un "ambiente cómodo y de aislamiento en la habitación" para evitar "despertarnos más temprano".

Asimismo, contó que "la pandemia" empeoró el sueño y otras actividades de la rutina. "Aumentaron los índices de obesidad y de insomnio, y tiene que ver con la alteración de los horarios, con la ansiedad, la angustia, se incrementó el uso de las pantallas, y es por eso que fuimos abstraídos de nuestras rutinas y de nuestras costumbres saludables, lo que desencadenó un aumento de los índices de sobrepeso y mala calidad del descanso", detalló.

“Esto de la pandemia lo vino a empeorar, con la pandemia en el verano lo que ocurre es que nos vemos expuestos a dos factores que nos afectan particularmente, uno es el calor, es inevitable, cuando uno está durmiendo y la habitación tiene una temperatura elevada eso nos genera transpiración, incomodad, fragmenta el sueño, nos despierta y eso es motivo de perturbación del descanso. Otra cosa es la luz, porque amanece más temprano, a las 6 ya hay claridad. Entonces sino tenemos un buen aislamiento en la habitación nos terminamos despertando más temprano", agregó.

En este sentido, indicó que "es más fácil lidiar con el frío", porque en esos casos "uno se pone dos o tres frazadas", pero con el calor "sino tenés un sistema de refrigeración vas a tener calor y eso te va a alterar la calidad del descanso". "El sueño es un proceso. Durante el sueño el cerebro se ve sometido a un montón de procesos restaurativos que ayudan a que funcionemos mejor, que el cuerpo dure más tiempo, desde el punto de vista cardiovascular y desde el punto de vista cerebral, pero para que uno pueda descansar se tiene que apagar el resto de las funciones vitales, se tiene que reducir la actividad cardíaca, la presión, la respiración, la temperatura corporal, tiene que bajar la actividad metabólica abdominal. Y a la par de esto tiene que bajar también la actividad mental, el cerebro tiene que entrar en un estado de hibernación. Si uno se acuesta con muchas cosas en la cabeza, si tiene preocupación, estos siguen estando y siguen haciendo fuerza dentro del subconsciente y es lo que nos despierta a mitad de noche. Uno tiene que trabajar esto también", aconsejó.

Finalmente, con respecto a este tema, puntualizó que "si nos despertamos a mitad de noche con un pensamiento que nos domina, hay que levantarse y darse una ducha caliente, tratar de no tomar nada, no comer porque eso aumenta el metabolismo y retrasa más el sueño", entonces podremos "hacer alguna actividad relajante, puede ser una meditación".