En el primer semestre
Según un relevamiento de la Fundación Capital, en el primer semestre la masa salarial del sector registrado de la economía se vio afectada por la baja en el poder adquisitivo y en el empleo, mostrando una contracción del 11,7% interanual, compuesto por una caída del 10,7% en el sector privado y del 18,4% en el público. Es la mayor baja en los últimos 20 años, según la consultora. A esto se sumó la caída del consumo interno en un 6,6%.
Las últimas negociaciones paritarias, con aumentos en torno al 4% en julio y 3% en agosto, las expectativas para la segunda mitad del año son de una leve desaceleración, si la desinflación acompaña por debajo de esas cifras, que recorte la caída de la masa salarial hasta una de 9,7% interanual para la totalidad del año. En consecuencia, se espera que la caída del consumo interno, que fue de un 6,6% en el primer semestre, se achique a una del 4% durante el segundo semestre.
Una espiral de caída de salarios, empleos y ventas
Desde el Observatorio IPA explicaron que el empleo no funciona necesariamente bajo el modelo de oferta y demanda: "Actualmente, los salarios en términos reales están cayendo, pero también está bajando el empleo. En efecto, la demanda de empleo no es solo un problema de costos, sino también de ingresos: si a las empresas les caen las ventas, y, por lo tanto, los ingresos, cualquier salario es caro. Esa es la situación actual de la economía argentina. Una espiral de caída de salarios, empleos y ventas".
Desde el Observatorio de Industriales Pymes Argentinos (IPA) explican que habrá un efecto de retroalimentación sobre la economía, debido a que "la caída de la demanda interna está teniendo un fuerte impacto sobre el nivel de actividad. La caída en el nivel de actividad influye directamente sobre los salarios reales y la masa salarial (por los despidos), y esto repercute nuevamente en la demanda interna".
Expectativas para el segundo trimestre
A partir de las últimas negociaciones paritarias, Fundación Capital consideró que "la recuperación del poder de compra será desafiante hacia delante, especialmente cuando se retomen los aumentos tarifarios que condicionarán el sendero de desinflación. Asimismo, el empleo continuará limitado, en tanto la actividad económica no muestre drivers claros de reactivación".
Explicaron desde la fundación que entre diciembre y abril se registró una baja importante en los puestos de trabajo del sector privado registrado: unos 112.000 menos, un dato incluso superior al impacto de otras recesiones económicas.
"En los primeros cinco meses de caída de la actividad, en 2014 se perdieron 19.000 empleos en el sector privado registrado, en 2016 fueron 66.000 y en 2018 unos 91.000. Aún más, la caída actual alcanzaría los 138.400 empleos, sumando las bajas del sector público (26.400 hasta abril)".
Un relevamiento de CEPA contabilizó que los despidos y suspensiones en el sector privado superaron los 177.657 casos en el primer semestre, casi la totalidad corresponden a los rubros de la construcción y la industria. En este sentido, las expectativas netas sobre la dotación de personal que elabora la UIA se mantienen en negativo, con el 22,6 %de las empresas industriales esperando una reducción de personal y sólo un 3,5% un aumento.
Respecto al segundo semestre, Fundación Capital explicó que "sólo se prevé una moderación en el ritmo de caída de la masa salarial del sector registrado" y se proyecta una caída de 7,6% interanual entre julio y diciembre, se cerraría el 2024 con una merma de 9,7%. Esto influiría sobre el consumo, que terminaría el segundo semestre con una variación interanual negativa de 4,1%.
Con información de BAE