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Estrena el final de 'Ozark', el gran drama de Netflix

Los últimos siete episodios de la serie se podrán ver desde este viernes a través de la plataforma on demand más popular

28 de abril, 2022 - 21:44

Este viernes estrena en Netflix la segunda parte de la cuarta y última temporada de Ozark, el drama criminal que atrapó a usuarios en todo el día por la calidad de su trama y de sus personajes.

Con un argumento similar al de Breaking Bad (serie con la que ha sido comparada en decenas de ocasiones), esta ficción protagonizada por Jason Bateman y Laura Linney irrumpió en la plataforma con su primera temporada en 2017.

Sin la popularidad de otras producciones originales de Netflix como Stranger Things o La Casa de Papel, Ozark se transformó en una serie más "de culto", caracterizada por su permanente tensión, sus giros inesperados y, principalmente, por la profundidad en el tratamiento de sus personajes. Esta última cualidad también la asemeja con otra gran serie: Los Soprano.

Desde el primer episodio, la serie presenta a los Byrde, una familia al borde del avismo en todos los aspectos, que con el correr de las temporadas se va desmoronando poco a poco.

Presionados por la mafia mexicana, Marty, Wendy y su familia huyen de Chicago a Ozarks, un pueblo aparentemente tranquilo pero repleto de psicópatas. Lejos de mejorar las cosas, la llegada de la familia terminará de perturbar a la gente del lugar.

El epílogo de este oscuro drama se conocerá mañana, con el lanzamiento de los últimos siete episodios de la cuarta entrega, y a pesar de que todo parece perdido para los Byrde, el protagonista de Ozark adelantó en una entrevista que lo que se viene será algo similar a "un final feliz".

¿Por qué Ozark se parece a Breaking Bad?

Lejos de ser una copia de Breaking Bad, Ozark tiene dos características que hacen inevitable la comparación con la serie creada por Vince Gillgan.

Por un lado, el argumento es muy similar: un "buen ciudadano estadounidense" de mediana edad se involucra con la mafia y el narcotráfico y termina arrastrando con él a su familia (que en ambos casos está integrada por su esposa, su hijo y su hija). El poder y el dinero terminan de corromper de maneras parecidas tanto a Walter White como a Marty Byrde.

El otro aspecto en el que se parecen mucho estos dos dramas es en el del "socio" que tienen los protagonistas en sus negocios oscuros. La semejanza entre Jesse Pinkman (Aaron Paul) de Breaking Bad y Ruth (Julia Garner) de Ozark es sutil pero clara: ambos son veinteañeros, han tenido problemas con la justicia, tienen familias complicadas pero intenciones nobles y se terminan entablando una compleja relación de amor-odio con el protagonista.

Aunque seguramente estas ideas pasaron por la cabeza de los guionsitas a la hora de crear la serie, Ozark genera sensaciones en los que la ven que la hacen única e incomparable.