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Axel Geiger, el ingeniero sueco que fue pionero del desarrollo del ferrocarril en nuestra provincia

Junto a otros compatriotas trabajó en el proyecto para tender vías entre Mendoza y Punta de Vacas, en el que debieron sortear dificultades de gran magnitud

28 de agosto, 2023 - 09:00

El nombre de Alex Reinhold Geijer es desconocido para la mayoría de los mendocinos, pero, sin embargo, fue uno de los primeros suecos que llegó a nuestra provincia como ingeniero del Ferrocarril Trasandino y se destacó en su construcción.

Este pionero nórdico se radicó aquí junto a su esposa de origen alemán, tuvo un hijo mendocino y falleció en esta tierra.

 

Desafío escandinavo

Geijer nació en la localidad de Herrestad, Suecia, el 25 de enero de 1864.

Estudió en la ciudad de Örebro, donde se recibió de ingeniero civil y posteriormente estudió Ciencias Agrarias en Ultuna.

El joven comenzó a trabajar en un establecimiento de productos lácteos en su país, pero varios años atrás se había enterado que un compatriota suyo, llamado Knut Seve Lindmark, había partido hacia Sudamérica para trabajar como ingeniero, convocado por el gobierno argentino.

Durante la presidencia de Domingo F. Sarmiento, varios suecos llegaron a estas tierras con el objeto de incorporarse para la construcción del ferrocarril y de otras importantes obras públicas.

Para él fue una gran oportunidad que no podía desperdiciar, al igual que otros colegas nórdicos como Torsk, Edling y Lundberg, quienes abordaron un barco a vapor y viajaron a Buenos Aires.

En 1888, Geijer desembarcó en el puerto metropolitano e inmediatamente fue contratado como ingeniero por la empresa del Ferrocarril Trasandino. Su destino fue luego la tierra del buen sol y del buen vino.

El ingeniero sueco llegó a la ciudad de Mendoza y rápidamente se hizo amigo de otros inmigrantes germanoparlantes, como Pablo Loos, Carlos Rolff y Augusto Streich, quienes lo insertaron en la alta sociedad mendocina de aquella época.

El Sueco realizó en Mendoza y en el país varias obras públicas

 

Una obra faraónica

El 5 de noviembre de 1872, la promulgación de la Ley 538 del gobierno argentino fue el puntapié inicial para la construcción del Ferrocarril Trasandino.

La ejecución del proyecto, su administración y explotación comercial le fue otorgada a una firma británica dirigida por los hermanos Clark, quienes presentaron en 1886 los estudios efectuados de la línea que correría por el entonces camino que se dirigía al paso Bermejo, también llamado camino de Uspallata.

A pesar de los problemas financieros que tuvo la empresa, consiguió el apoyo de accionistas argentinos, chilenos y británicos para desarrollar este titánico emprendimiento. Un año después, la empresa de los Clark fue embargada, pero fue tomada por una compañía del Reino Unido llamada Trasandine Construction Company. Los primeros tramos se desarrollaron con grandes inconvenientes por la topografía del terreno, pero el ingenio del sueco Geijer y de otros profesionales hizo posible, en poco tiempo, habilitar el tramo de Mendoza a Uspallata el 22 de febrero de 1891.

Un año después estaba listo el tramo de Uspallata a Río Blanco y el 17 de noviembre de 1893 quedó inaugurado el sector que unió Río Blanco con Punta de Vacas.

Para concluir la primera fase del proyecto se colocaron más de 143 kilómetros de vías férreas, se construyeron varios puentes y se cavaron en la roca viva una importante cantidad de túneles.

Uno de los varios puentes que se debieron construir para el desarrollo de más de 143 kilómetros de vía férrea del Ferrocarril Trasandino

Una de las formaciones que se utilizaron para el traslado de materiales destinados a la importante obra

 

Benefactor de varias provincias

Axel Geijer inició su labor en la empresa del Trasandino en 1889, desarrollando conjuntamente con otros ingenieros los planes para los sectores en donde deberían extenderse las líneas férreas en la alta montaña.

No fue fácil para él y su grupo desafiar a la madre naturaleza para cumplir los objetivos que se habían propuesto. Había que diseñar planos, puentes y colocar explosivos para luego cavar túneles por los sitios donde luego pasaría el ferrocarril.

A pesar de esta febril actividad, el Sueco –como le llamaban- participó como miembro en instituciones filantrópica de aquel tiempo y también se dedicó a la agricultura.

A principios de junio de 1896 partió hacia Buenos Aires, en donde se incorporó al Ferrocarril del Sud y se instaló unos años en Bahía Blanca, llegando a ser jefe de ingenieros en esa localidad.

Junto al director Henry Bell y los ingenieros Gould, C. W. Mills y Carlos Krag, construyeron varios puentes, uno en especial de 352 metros de largo que unió Bahía Blanca con Neuquén, inaugurado el 26 de junio de 1901.

Posteriormente, regresó a Mendoza, se estableció en Chacras de Coria y durante los años siguientes trabajó en varias obras públicas que beneficiaron a la provincia. Además, fue un activo socio del Club Alemán, en el que ocupó varios cargos destacados.

Se casó con la alemana Martha Passarge, y fruto de ese matrimonio nació en Mendoza Carlos Axel Eric Geijer.

El ingeniero Geijer falleció el 20 de agosto de 1927 y sus restos fueron enterrados en el cementerio de la Ciudad de Mendoza.

 

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