Ciudadano News
Arte

5 secretos poco conocidos de la Capilla Sixtina que te van a sorprender

Más allá de su fama como joya del Renacimiento, la Capilla Sixtina guarda misterios, detalles ocultos y curiosidades históricas que pocos conocen.

Ciudadano.News

Por Ciudadano.News

7 Mayo de 2025 - 13:55

Juicio final de Capilla Sixtina.
Juicio final de Capilla Sixtina. nationalgeographic.com.es

Antes de que Miguel Ángel revolucionara la Capilla Sixtina, la imagen de Dios en el arte cristiano era vaga, casi etérea, pero el artista florentino rompió ese molde e inspirado en deidades grecorromanas, le dio al Creador un cuerpo atlético, imponente, con músculos tensos que recordaban a los de Zeus o Júpiter. Esta decisión audaz fue mucho más que una elección estética, ya que cambió la forma en que la humanidad visualiza lo divino.

El debut de Miguel Ángel en el fresco

Aunque su nombre ya era reconocido por sus esculturas, Miguel Ángel nunca había trabajado con la técnica del fresco cuando le encargaron decorar la bóveda de la Capilla Sixtina, lugar donde el mundo tiene sus ojos en espera del nuevo Papa. 

Reacio al principio, llegó a afirmar que era escultor, no pintor, y que la tarea era más una condena que un honor. Aun así, aceptó el desafío. Cuatro años pintando sobre un andamio, bajo condiciones físicas extremas, dejaron secuelas en su salud. Este lugar no solo lo consagró como maestro de la pintura, sino que también marcó un punto de inflexión doloroso en su biografía artística.

Desnudos, escándalos y castigos en la Capilla Sixtina

Cuando el Juicio Final apareció en la pared del altar de la Capilla Sixtina, más de uno se llevó las manos a la cabeza. Casi 300 figuras desnudas, muchas en poses explícitas, desataron críticas feroces. El maestro de ceremonias del Papa, Biagio de Cesena, lo acusó de indecente. Miguel Ángel, en represalia, lo retrató en el infierno, con serpientes mordiéndole las partes íntimas. Décadas después, el Concilio de Trento exigió "corregir" la obra, y Daniele da Volterra fue el encargado de cubrir los cuerpos. Desde entonces, la Capilla Sixtina es también símbolo de la eterna disputa entre arte y censura.

Capilla Sixtina: una réplica del Templo de Salomón

Lo que pocos visitantes saben es que las dimensiones exactas de la Capilla Sixtina fueron diseñadas siguiendo las medidas del mítico Templo de Salomón, descrito en la Biblia. Sus 40,93 metros de largo por 13,41 de ancho no son casualidad: responden a un deseo profundo de conectar lo terrenal con lo sagrado. Así, más allá de ser escenario de milagros artísticos, la Capilla Sixtina actúa como una réplica arquitectónica que enlaza al Vaticano con los textos fundacionales del cristianismo, volviéndola aún más simbólica.

Capilla Sixtina y el rostro escondido de Miguel Ángel

Entre las figuras que pueblan el Juicio Final en la Capilla Sixtina, hay una que guarda un secreto: San Bartolomé sostiene su propia piel, símbolo de su martirio. Pero al observar de cerca ese rostro despellejado, estudiosos descubrieron algo sorprendente: se trata del autorretrato de Miguel Ángel. El artista se retrató sin piel, quizá como metáfora de su desgaste físico y mental tras años trabajando en ese lugar. Esta imagen, solo revelada en el siglo XIX, demuestra cómo el genio renacentista también dejó rastros íntimos en su obra más monumental.

Más allá de lo que se ve

Cada rincón de la Capilla Sixtina esconde una historia, no es solo un lugar de turismo masivo o de ceremonias papales, sino un compendio de símbolos, tensiones, desafíos personales y luchas ideológicas. Desde su diseño arquitectónico hasta la técnica de sus frescos, pasando por venganzas sutiles y homenajes ocultos, y al día de hoy sigue ofreciendo capas de sentido a quienes se atreven a mirar más allá del techo.