Cómo estudiar mejor: los 7 consejos claves que da la ciencia

Para muchas personas, el acto de estudiar puede resultar desafiante. Ya sea debido a las distracciones o la falta de establecimiento de hábitos, sentarse y prepararse para un examen en la escuela, la universidad o cualquier curso puede ser extremadamente difícil.

Sin embargo, Grupo INECO, una organización especializada en neurociencia, prevención, diagnóstico y tratamiento de enfermedades mentales, dio a conocer 7 ejercicios con el objetivo de convertir el estudio en un hábito y aprovecharlo al máximo.

1) La importancia de la rutina

Según la licenciada Mariana Vicente, miembro del Departamento de Neuropsicología de INECO, para establecer una rutina de estudio, es recomendable dedicar tiempo todos los días, poco a poco.

En lugar de intentar estudiar diez horas seguidas el día antes del examen, es mejor proponerse estudiar dos horas diarias, lo cual permite equilibrar mejor el tiempo asignado. Además, es beneficioso establecer un horario fijo para el estudio, evitando que el horario esté cerca de las comidas, con el fin de que estemos mentalmente más intactos, algo que, con alimento en el estómago, no se puede lograr.

2) Preparar un sitio de estudio

Es fundamental contar con un entorno adecuado para estudiar, que cuente con buena iluminación, sea tranquilo y cómodo. La especialista sugiere que la luz natural es la ideal, y es importante elegir un escritorio o mesa despejados, sin elementos que puedan distraer.

Asimismo, es recomendable disponer de una silla cómoda y, en la medida de lo posible, silenciar el teléfono móvil y desactivar las notificaciones durante el tiempo dedicado al estudio.

3) Preparar y organizar el material de estudio

Es beneficioso preparar todo lo necesario antes de comenzar a estudiar, como los materiales requeridos, apuntes de clase, presentaciones del profesor, cuadernos y bibliografía. Esto permite centrarse únicamente en el estudio y evita interrupciones al tener que buscar información adicional en medio del proceso.

4) La clave de los descansos

El descanso es un aspecto crucial. Según la licenciada Vicente, se recomienda tomar pausas de 5 a 10 minutos cada 45 minutos de estudio. Es ideal salir de la habitación o espacio de estudio, buscar una distracción o realizar una actividad breve que no se prolongue más allá de ese tiempo. Esto ayuda a mantener la concentración y renovar la energía antes de retomar el estudio.

5) La importancia de un plan de estudios

Para desarrollar este plan, es fundamental establecer objetivos claros que se desean alcanzar. Esto permitirá organizar el contenido a estudiar en los días, semanas o meses siguientes. Esta estructura brindará orden y proporcionará una visión clara de las tareas a ejecutar y el tiempo que se debe dedicar, en función de las metas establecidas.

Además, es recomendable crear un método de estudio personalizado. Por ejemplo, se puede comenzar leyendo los textos y subrayando las ideas principales, y luego utilizar esa información para elaborar un resumen, esquema, cuadro sinóptico o mapa conceptual. Este enfoque ayuda a comprender y retener la información de manera más efectiva.

6) Pulir los detalles sobre la modalidad con la que se va a rendir

Es cierto, el enfoque de estudio puede variar según el tipo de examen o evaluación que se vaya a realizar. No es lo mismo prepararse para un examen escrito de desarrollo que para uno de opción múltiple, por ejemplo.

Para un examen escrito de desarrollo, es importante centrarse en comprender en profundidad los conceptos y dominarlos lo suficiente como para poder expresarlos con claridad en las respuestas. Es recomendable practicar la redacción de ensayos, argumentos y ejemplos que respalden tus ideas.

En cambio, para un examen de opción múltiple, es necesario enfocarse en la memorización y comprensión de conceptos clave. Repasar y practicar con preguntas de opción múltiple puede ayudar a familiarizarse con el formato y desarrollar habilidades para identificar las respuestas correctas.

7) Repasar siempre

Revisar regularmente lo que se ha estudiado es una estrategia efectiva para consolidar el aprendizaje. Se sugiere hacer repasos cada 2 o 3 días para asegurarse de comprender completamente el material y, en caso de dudas, hacerse el tiempo para repasar y aclararlas. Esto se puede realizar individualmente o en grupos de estudio con amigos o compañeros.

Además, el descanso adecuado juega un papel fundamental en el rendimiento académico. Dormir al menos de 7 a 8 horas por noche es crucial, ya que durante el sueño el cerebro tiene la oportunidad de procesar y reorganizar la información aprendida durante el estudio. Esto contribuye a un mejor desempeño en los exámenes y en general en el proceso de aprendizaje.