Ola de calor: consejos para evitar una deshidratación

El cuerpo humano necesita cierta cantidad de líquido que permita al riñón cumplir con su función de filtrar toxinas y además reponer la pérdida de agua producida por la transpiración, la orina y las heces.

Cuando hablamos de líquidos, no solo nos referimos al agua, sino a todas las bebidas y alimentos que consumimos normalmente que la contienen, como ser frutas y verduras, leche, gelatina, infusiones, sopa, etc.

Por tal motivo, el Dr. Carlos Bonnano presidente de la Sociedad Argentina de Nefrología y la Dra. Sonia Butto, pro-secretaria de la Sociedad Argentina de Nefrología explicaron que la deshidratación lleva a una disminución de la filtración del riñón limitando su capacidad de eliminación de toxinas; donde en situaciones extremas, puede llevar a una insuficiencia renal aguda.

Por tal motivo, desde la Sociedad Argentina de Nefrología advierten que durante el verano existe un mayor riesgo de deshidratación en aquellas personas que padecen de cálculos renales ya que la falta de ingesta hídrica adecuada puede precipitar un cólico renal.

Así es como la SAN recomienda una mayor ingesta de líquido cuando la pérdida de líquido es mayor; cuando se realiza intensa actividad física; ante la aparición de fiebre, diarrea o vómitos e incluso en personas que padecen infecciones urinarias o cálculos renales.
 
Además hacen hincapié en prestar principal atención a los síntomas más frecuentes de la deshidratación como mareos; cansancio; dolor de cabeza; debilidad y somnolencia ya que pueden afectar al rendimiento físico, la capacidad cognitiva, la termorregulación e incluso a alterar la función cardiovascular.

 Por otro lado, un detalle no menor es controlar la ingesta de líquidos en bebés y adultos mayores que son grupos etarios más vulnerables y aunque no tengan sed, deben reponer líquido.