Guía práctica para combatir la ansiedad en el trabajo
Desde llevar un registro personalizado hasta practicar ejercicios de respiración, así puedes reducir la ansiedad y cultivar un ambiente laboral más saludable
Por Redacción
La ansiedad es un incómodo acompañante que puede entorpecer la vida laboral, es un tema de importancia creciente en el ámbito laboral. La capacidad de concentración, la eficacia y, en última instancia, la satisfacción en el trabajo pueden verse comprometidas por este trastorno. Por ello, es esencial abordarla de manera proactiva, implementando estrategias que te permitan controlarla y reducir sus efectos.
Seguimiento personalizado
Una recomendación valiosa es llevar un registro personal de tus episodios de ansiedad. Anotar la fecha, la hora, el nivel de ansiedad experimentado y una breve descripción de la situación puede proporcionar insights sobre los desencadenantes y los patrones de este trastorno. Este registro puede llevarse a cabo de manera sencilla utilizando aplicaciones dedicadas o simplemente un cuaderno accesible durante la jornada laboral.
Alejar pensamientos negativos
La ansiedad tiende a distorsionar nuestra percepción de la realidad, magnificando errores y preocupaciones triviales. Es útil cuestionar estos pensamientos negativos, contrastándolos con hechos concretos y realistas. Recordar experiencias pasadas positivas o reflexionar sobre tus logros puede ayudarnos a recuperar una perspectiva equilibrada y constructiva.
Ponerlo en palabras
Dependiendo del ambiente laboral y la relación con tus superiores, es posible hablar sobre tu ansiedad en el trabajo. Explicar nuestra situación de manera clara y específica puede allanar el camino para encontrar soluciones y recibir el apoyo necesario por parte del equipo de trabajo y los recursos humanos.
Respiración consciente
Los ejercicios de respiración profunda son una herramienta efectiva para reducir la ansiedad y promover la relajación. Técnicas como la respiración de la caja, que combina la respiración con la visualización de un cuadrado, pueden ayudarnos a calmar la mente y el cuerpo, incluso en medio de un día agitado en la oficina.
Canalizar la energía
La ansiedad suele estar acompañada de un exceso de energía nerviosa, aprovecharla para realizar actividades físicas breves y factibles en el entorno laboral puede ayudarte a liberar la tensión acumulada. Dar un breve paseo por la oficina o realizar ejercicios de estiramiento pueden marcar la diferencia en tu capacidad para gestionar la ansiedad.
Miedo o ansiedad
Es importante entender la diferencia entre el miedo y la ansiedad. Mientras que el miedo es una respuesta inmediata ante una amenaza identificable en el presente, la ansiedad se centra en preocupaciones futuras y difusas. Reconocer esta distinción te permite abordar cada emoción de manera adecuada y desarrollar estrategias específicas para enfrentarlas.
Es fundamental recordar que experimentar cierto nivel de ansiedad es normal y puede ser incluso beneficioso en ciertas situaciones. Sin embargo, si este patrón interfiere significativamente con tu vida diaria y tu desempeño laboral, es importante buscar ayuda profesional. Este trastorno, cuando se convierte en un trastorno, puede requerir un enfoque terapéutico específico para su manejo y tratamiento adecuado.