Día Mundial de la EPOC: ¿qué tanto sabemos de esta enfermedad?

Este 16 de noviembre es una fecha especial para los profesionales de las enfermedades respiratorias, pero también para quienes padecen un tipo específico de ese mal. Nos referimos a la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, más conocida como EPOC. 

No hay que descuidar el tema: la EPOC figura tercera como causa de muertes en el planeta. En el año 2019 ocasionó más de 3 millones de fallecimientos, y cerca del 80% de estas muertes se produjeron en países de ingresos medianos y bajos. Además, un 70% de quienes padecen esta enfermedad se da en personas mayores de 30 años, con prevalecencia en hombres sobre mujeres.

Valeria El Haj es directora médica nacional de OSPEDYC, y en esta ocasión explicó la importancia de un diagnóstico y tratamiento adecuado y a tiempo: "Es una patología pulmonar crónica, común, prevenible y tratable. Básicamente consiste en que los bronquiolos sufren daños y se restringe el intercambio de gases. Aparecen síntomas respiratorios persistentes y progresivos, como la dificultad pra respirar, la tos, y también la presencia de expectoración".

Causas

Varios son los motivos que pueden devenir en el desarrollo de la enfermedad. La exposición prolongada a gases y partículas nocivas, por un lado, y factores genéticos y eventos que afectan el desarrollo pulmonar en la infancia, por el otro, son factores primarios en su aparición.

-Exposición al tabaco por fumar, o por exposición pasiva al humo
-Exposición profesional a polvo, humo o productos químicos
-Contaminación del aire en interiores
-Eventos de la vida fetal y los primeros años de vida relacionados a infecciones respiratorias
-Déficit de alfa-1 antitrispina, una enfermedad congénita rara

Síntomas

La aparición de la EPOC suele darse entre los 40 y 50 años, aunque es de manifestación lenta. Los síntomas más frecuentes son:

-Dificultad para respirar, o disnea
-Silbido al respirar
-Tos crónica, con expectoración
-Sensación de presión en el pecho
-Coloración azulada de los labios
- Infecciones respiratorias frecuentes.
-Fatiga o falta de energía para tareas que requieren de esfuerzo, como subir escaleras.
- Inflamación de tobillos, pies y piernas como consecuencia de la retención líquida.

Tratamiento y prevención

Lo primero que hay que hacer, cuando se detecta la EPOC, es tratar de eliminar la causa. Si el paciente fuma, dejar el cigarrillo. El resto de los objetivos serán reducir los síntomas crónicos de la enfermedad, y disminuir la frecuencia de las exacerbaciones o reagudizaciones y su gravedad.

Hay distintos tipos de medicamentos que, inhalados, pueden ayudar a reducir los síntomas y prevenir las exacerbaciones. Debido a que tienen diferentes mecanismos de acción, pueden administrarse en un solo inhalador que contiene varios fármacos, como por ejemplo, broncodilatadores, antiinflamatorios o corticoides. En algunos casos también se requiere una intervención quirúrgica por la presencia de grandes burbujas de aire pulmonar, o una cirugía para reducir el volumen pulmonar en pacientes con un enfisema predominante y hasta un trasplante pulmonar para mejorar la función respiratoria.

“Una persona con EPOC puede tomar varias medidas para mejorar su salud: dejar de fumar, hacer ejercicio con regularidad y tener el calendario de vacunación al día. Además, es importante que el paciente cuente con una red de apoyo que brinde información sobre la enfermedad y cuidados para que pueda mantenerse lo más activa y en forma posible”, finaliza la doctora Valeria El Haj.