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Cómo es 'Sarco', la máquina para el suicidio aprobada en Suiza

Fue creada por un médico australiano y aprobada en el país europeo, donde un tipo de eutanasia es legal. Produce un deceso sin dolor y sin uso de sustancias

Por Redacción

08 de diciembre, 2021 - 12:19

El gobierno de Suiza reglamentó y aprobó la utilización de Sarco, la máquina desarrollada por el médico Philip Nitschke que facilita el proceso de la muerte voluntaria. Lo novedoso de este dispositivo, según explicó su creador, es que provoca la muerte de la persona en su interior cambiando el oxígeno por nitrógeno, sin utilizar drogas ni causar incomodidades o reacciones extrañas.

De esta manera, el deceso se produce en un lapso de entre 5 y 10 minutos después de que el paciente queda inconsciente. Como se puede ver en el video de presentación de Sarco, se trata de una cápsula en la que entra una persona para activar el sistema desde adentro. Otra de las ventajas de este tipo de maquinaria es que puede ser fabricada por una impresora 3D, lo que facilita su producción y traslado.

 

 

Si bien la eutanasia activa está prohibida en Suiza, el país permite, por omisión, una forma de suicidio voluntario en la que la el receptor desempeñe un papel activo en la administración de un instrumento que le permita quitarse la vida. Por eso, desde los años ochenta existen en ese país servicios privados ofrecidos por empresas como Exit International y organizaciones como Dignitas.

Con el objetivo de insertar su producto en este mercado, el inventor de Sarco planea optimizar su dispositivo de suicidio asistido con dos cambios que serían innovadores para la industria.

 

 

En primer lugar, el médico señaló que le gustaría añadir algún mecanismo de comunicación entre el interior y el exterior de la cápsula.

Por otra parte, según explica en el video, pretende crear "un sistema de inteligencia artificial que evalúe la capacidad mental del individuo". Así, utilizar Sarco sería posible sin la intervención de un médico o personal de salud, ya que el paciente sólo podría activar la máquina con un código obtenido después de aprobar el examen. En este caso, el consentimiento del paciente también quedaría grabado.