Paritarias: los bancarios acordaron un adelanto del 17% y básico de $585.000
Con este acuerdo, el salario mínimo inicial bancario se establece en $585.673,73, compuesto por el salario inicial más la Participación en Ganancias (ROE)
Por Redacción
La Asociación Bancaria comunicó este miércoles el éxito de las negociaciones con las cámaras empresarias del sector, logrando un acuerdo que implica un aumento del 17% en los sueldos correspondientes a noviembre como adelanto de las paritarias. Este incremento eleva el acuerdo anual de la actividad al 142%.
Sergio Palazzo, titular de La Bancaria, destacó que este mes permitió elevar los salarios iniciales a $585.673,73, incluyendo el adicional de participación en ganancias, que asciende a $25.309,13.
El acuerdo alcanzado consiste en un adelanto del 17% sobre remuneraciones y adicionales convencionales y no convencionales, basado en diciembre de 2022. Esto representa un aumento acumulado del 142% desde enero hasta noviembre de 2023, según el comunicado emitido por la organización gremial.
El documento también señala que este aumento se considera como un "adelanto" y, en caso de que la inflación supere el 142%, se realizará un ajuste automático. Las entidades financieras estarán obligadas a aplicar retroactivamente la diferencia correspondiente.
Con este acuerdo, el salario mínimo inicial bancario se establece en $585.673,73, compuesto por el salario inicial más la Participación en Ganancias (ROE).
El comunicado, firmado por Palazzo y otros dirigentes, subraya el compromiso continuo de la Asociación Bancaria en la defensa del ingreso real de los trabajadores bancarios y la mejora del poder adquisitivo.
En septiembre de este año, el sindicato ya había logrado un aumento salarial, y el acumulado entre enero y agosto alcanzó el 75%, con una nueva revisión de la paritaria del sector. En ese momento, la remuneración superaba los 420 mil pesos, con un bono adicional en noviembre por el Día del Bancario.
Además, se había establecido una cláusula gatillo retroactiva para garantizar que los salarios no perdieran poder adquisitivo frente a la inflación, ajustando la diferencia en caso de que esta superara el 75%.