Modelos humanas versus modelos virtuales: una 'lucha' desigual

La irrupción de la Inteligencia Artificial (IA) hizo que la sociedad diera un vuelco de 180º. Lo que antes podíamos hacer solo los humanos se encontró con la posibilidad de que plataformas, programas y diseños confeccionen textos, expliquen en forma hablada, o hasta representen a alguna marca en particular, por medio de modelos virtuales. Pero el ser humano parece perder esta batalla.

Mujeres y hombres generados por Inteligencia Artificial sirven hoy como modelos de empresas internacionales o, como pasó hace poco, para generar una 'personalidad' que interactúe con seguidores de las redes. La IA puso en línea de fuego el trabajo de diseñadores gráficos, periodistas, actores de doblaje y creativos publicitarios, con millones de puestos de trabajo amenazados. Y eso no es todo: el avance parece ir mucho más allá.

La tendencia de los 'modelos virtuales' está en alza, llegando al punto de que es imposible distinguir a una inventada de un ser humano de carne y hueso. Todos se parecen a alguien, pero al mismo tiempo no son nadie. Pieles perfectas, cuerpos armónicos, sonrisas blancas. Y encima no piden plata por su trabajo.

En este 2023, la firma Levi Strauss anunció una sociedad con Lalaland.ai, una agencia de IA especializada en realizar avatares hiperrealistas de modelos. Adelantándose a las críticas, Levi explicó que esta movida perseguía el objetivo de mostrar cuerpos "más diversos", pero que no pensaba reemplazar a los humanos con las imágenes virtuales. Pero seguramente Lalaland no piensa igual...

Lalaland nació en el 2019, y fue creada por dos holandeses. Se puede crear modelos en 5 minutos, con un presupuesto "90% más barato que cualquier sesión de fotos, y con nulas muestras físicas", según reza su bio. La propuesta de la firma es hacer impacto "social y sustentable" en el mundo de la moda, a través de la IA, pero esto generó reacciones en las redes sociales.

Influencers virtuales

Existe en Barcelona, España, una agencia llamada The Clueless, que se propone crear influencers hiperrealistas que representen "maravillosamente diversas personalidades, arrasando en el mundo virtual con su auténtico encanto e impacto duradero". Si bien estas empresas buscan mostrar una faceta distinta, actualmente la fascinación por las modelos virtuales representa la fantasía de mujeres jóvenes e idealizadas, con vidas envidiables.

Los ejemplos son varios: Sofía, por ejemplo, cosecha halagos como si fuera de carne y hueso, o como si ella pudiera leerlos. Emily Pellegrini, por su parte, "tiene" 23 años, se define como una chica divertida que ama la vida, hace bailes de Tiktok, hace modelaje, viaja, posa con sus amigas en ropa interior... pero no existe.

En su cuenta hay un párrafo: "Desde los inicios de esta cuenta hasta donde estamos ahora, su presencia, sus 'me gusta, comentarios y momentos compartidos han sido el corazón de este espacio. No es solo un número; es un reflejo de las conexiones genuinas que hemos construido y la energía positiva que hemos cultivado juntos”. Una frase que, supuestamente, "escribió" la modelo.