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Insólito: el vino más barato del súper ganó una competencia y hay polémica

A partir de lo sucedido, los organizadores se dieron cuenta de que los jueces no eran personas capacitadas para juzgar los vinos y llegaron a la conclusión de que algunas competencias no son tan serias, y otras, son solo un negocio

Por Redacción

31 de mayo, 2023 - 19:39

Un programa de televisión belga fue noticia en las últimas horas después de que hiciera una broma con el jurado que lo integra. Ocurrió en el programa On n’est pas des pigeons (su traducción literal es “no somos palomas”, pero se entiende como “no somos tontos”), una tira diaria emitida por la cadena RTBF (Radio Televisión Belga para la Comunidad Francesa).

Según se conoció, la producción ideó comprar un vino de baja calidad en un intento de dejar expuesto al jurado del concurso para ver cuánto sabían de vino, y en ese sentido, corroborar si alguno de esos concursos era tan serio y contaba con un jurado tan calificado como se creía.

 

Para ello, compraron el vino más barato que encontraran en el supermercado, y Eric Boschman, sommelier y gran especialista en vinos en Bélgica –que fue parte de esa organización– eligió una botella que se vendía a 2,50 euros (al valor euro blue hoy, $524,31). 

Luego rebautizó el vino malo por un Le Château Colombier, con una paloma como logotipo. Entonces, cambiaron la etiqueta por una más estética con el color del programa y el vino fue rebautizado.

Sin pensar lo que iba a suceder después, entró en personaje y cumplió con su objetivo. Lo que sucedió es que contra todo pronóstico, ganaron y el vino barato ganó la medalla de oro.

Cabe destacar que todos los participantes envían una información sobre la calidad del mismo, como datos de laboratorio que incluyen los niveles de alcohol y azúcar, pero esto fue muy fácil de falsificar y gracias a esto, la descripción indicó que era excepcional: "Sedoso, fresco y con un paladar rico y agradable, con aromas frutales, francos y de agradable complejidad, un vino muy interesante".

A partir de lo sucedido, los organizadores se dieron cuenta de que los jueces no eran personas capacitadas para juzgar los vinos y llegaron a la conclusión de que algunas competencias no son tan serias, y otras son solo un negocio.

 

 

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