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Industria espacial: buscan disminuir la contaminación y qué rol cumple Argentina

Naciones Unidas lanzó una serie de directivas para evitar que los satélites se transformen en chatarra al final de su vida útil. Nuestro país adhiere a las normativas

Por Redacción

03 de octubre, 2023 - 14:47

La huella ambiental de la humanidad no se restringe a los límites del planeta Tierra, sino que se ha trasladado al espacio para reducir la basura espacial. Por eso, la Organización de Naciones Unidas para Asuntos Espaciales (Unoosa) presentó una serie de directrices para aminorar la contaminación espacial que producen los satélites y las naves espaciales durante la operación de sus misiones.  

Según datos de la Agencia Espacial Europea (ESA), hay 10.900 toneladas de chatarra orbitando en el espacio y el problema tiene a incrementarse mientras las misiones satelitales crecen exponencialmente. Hoy no solo las agencias gubernamentales realizan misiones espaciales, sino que las empresas privadas están tomando la posta en las últimas década.

Teniendo en cuenta el último reporte de la ESA, la agencia sostiene que “el año pasado se lanzaron más satélites que en los 65 años de historia previos”.  Esto responde en parte los objetivos comerciales de Starlink, que pertenece al magnate de Elon Musk, ya que ha lanzado 3.000 satélites y planea lanzar 12.000 satélites para ofrecer servicios de internet en todo el mundo.

En este contexto, el astrónomo y gerente de Vinculación Tecnológica de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae), Marcelo Colazo, expresó que “la carrera espacial se inició con el pensamiento de que el universo era infinito. Pero cada vez más objetos quedan orbitando la Tierra”. “Esto constituye un riesgo de colisión con otros satélites y misiones tripuladas. Lo que obliga a las misiones espaciales operativas a hacer maniobras para esquivarlos, provocando costos y riesgos adicionales, ya que cada maniobra consume combustible y reduce la vida útil de los satélites”, apuntó.

Reducción de desechos y el papel de Argentina

De acuerdo con Marcelo Colazo, las directivas apuntan a que satélites, naves y cohetes lanzadores no queden en órbita.  “Indican que hay que guardar combustible para bajarlos cuando termine su vida útil. Una vez que los vehículos espaciales reingresan a la atmósfera, a menos de 700 kilómetros de altura, las capas son más densas”, describió.

“Esto produce un roce, y los objetos se parten en pedazos y se desintegran por el calor. Algunos pueden caer, generalmente en el océano, ya que el 70% de la superficie terrestre es agua”, añadió y aclaró que Argentina forma parte de Unoosa.

Por lo cual, la Conae cumple con estas normativas cuando realiza misiones espaciales junto a otras agencias internacionales. “Nuestros satélites están diseñados para que reingresen a la atmósfera en un plazo no mayor a los 25 años”, cerró.

Entras las directrices, se prohíben la destrucción intencional de los vehículos de lanzamiento y naves espaciales porque genera desprendimientos de piezas y partículas con potencial de colisionar.