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El desperdicio de alimentos y el hambre, un problema global

El cambio climático, los conflictos armados y la inestabilidad económica alejan a las personas vulnerables de la seguridad alimentaria

Por Redacción

16 de octubre, 2023 - 19:30

El 30% de los alimentos producidos se desperdicia mientras más de 3.100 millones de personas no pueden permitirse una dieta saludable en el 2021, según datos difundidos por la FAO en vísperas del Día Mundial de la Alimentación, que este año tiene por lema "El agua es vida. El agua nutre. No dejar a nadie atrás". Al mismo tiempo, la ONG Manos Unidas advierte que 735 millones de personas sufren hambre en el mundo.

Desperdicio de alimentos, un problema urgente

Actualmente, más del 13% de los alimentos producidos a nivel mundial se pierde en la cadena de suministro después de la cosecha y antes de la venta al por menor, y otro 17% se desperdicia en los hogares, en los servicios alimentarios y en la venta al por menor, según la FAO y el Pnuma. Este problema de desperdicio de alimentos es alarmante, considerando que millones de personas en todo el mundo están desnutridas.

Fuente: Pexels / Burst

El desafío 

Las dietas saludables son una parte esencial para abordar este problema; sin embargo, más de 3.100 millones de personas no pudieron permitirse una dieta saludable en 2021. En el Día Mundial de la Alimentación, la ONG Manos Unidas denuncia que mientras se desperdicia toneladas de comida, "el número de personas que pasan hambre sigue en aumento". Esto refleja un fracaso para la humanidad, con un incremento de 122 millones de personas que sufren hambre en comparación con el 2019.

Manos Unidas identifica el fortalecimiento de la agricultura familiar sostenible, la defensa de los derechos humanos y el cambio de estilos de vida y consumo como ejes estratégicos para luchar contra el hambre y la pobreza. Sin embargo, el cambio climático, los conflictos armados y la inestabilidad económica son algunas de las causas que alejan a las personas más vulnerables de la seguridad alimentaria y el derecho a la alimentación.

Fuente: Pexels / Ron Lach

Fidèle Podga, coordinador del departamento de Estudios de Manos Unidas, destaca que los factores que contribuyen al hambre son diversos y están interconectados. Desde la inequidad en el acceso a los bienes hasta el consumismo de los más ricos, estos elementos crean un sistema alimentario que no está diseñado para satisfacer las necesidades de la gente. Además, los problemas de cambio climático y la explotación de unas personas por otras y de unos países por otros agravan la situación.

En relación con el cambio climático, el coordinador enfatiza su impacto sobre la seguridad alimentaria y lo califica como "innegable". Sin embargo, señala que no todos los seres humanos sufren el hambre por igual, y propone hablar de justicia climática en cuestión de hambre. África sigue siendo la región más afectada por el hambre, con una de cada cinco personas enfrentando la inseguridad alimentaria, más del doble del promedio mundial.

En cuanto al tema elegido por la FAO para la conmemoración de este año, el agua, se destaca que solo el 2,5% del agua es dulce y apta para beber, la agricultura y otros usos industriales. El crecimiento de la población, la urbanización, el desarrollo económico y el cambio climático están poniendo los recursos hídricos del planeta bajo un estrés creciente. Además, los recursos de agua dulce por persona han disminuido un 20% en las últimas décadas.

Este deterioro de la calidad y disponibilidad del agua afecta a 2.400 millones de personas que viven en países sometidos a estrés hídrico, en su mayoría pequeños agricultores, mujeres, Pueblos Indígenas, migrantes y refugiados. Además, alrededor de 600 millones de personas que dependen, al menos parcialmente, de los sistemas alimentarios acuáticos están sufriendo los efectos de la contaminación, la degradación de los ecosistemas, las prácticas insostenibles y el cambio climático.