Números bajos

"El consumo de carne argentina está basado en números mentirosos"

Ariel Morales Antón es coordinador de la Cámara que nuclea a matarifes y abastecedores. Habló en Sin Verso acerca de la grave situación del sector.

Redacción

Por Redacción

20 Junio de 2024 - 16:51

"Tenemos una caída que no ha sido de golpe" — Web

Los últimos reportes del consumo de carne en la República Argentina no han sido precisamente positivos: la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados indicó que se trata del porcentaje más bajo de los últimos 30 años. En los primeros cinco meses, el consumo per cápita fue de 44 kilos, un 15,9% por debajo del 2023. Y como corolario, este presente es peor que lo que se registró en el 2020, año del confinamiento por el coronavirus.

Sucede que, a pesar de la desaceleración de los precios, la caída del consumo fue de 8,3 kilos. Para aclarar un poco el estado de la situación, la producción de Sin Verso (lunes a viernes de 9 a 12 por Ciudadano News 91.7) se puso en contacto con Ariel Morales Antón, coordinador federal de CAMYA (Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores), quien advirtió que "esto era previsible. Desde nuestra cámara no íbamos a estar ajenos al impacto que iba a tener la macroeconomía en la Argentina. Tenemos una caída que no ha sido de golpe".

Ariel Morales Antón, coordinador de CAMYA

El referente explica que si se miran los números desde hace 8 años al presente, "tuvimos picos hacia arriba, y después empezó a declinar. Nosotros miramos los números de faena todos los meses, tanto los de consumo interno como los de carnes de exportación, y desde enero sabíamos que esta caída se iba a manifestar. Hoy sabemos que esta situación se va a prolongar hasta fin de año, hasta que los salarios vuelvan a tener un poder adquisitivo como corresponde. 

La carne es un producto de mucha rotación y volumen, y eso requiere un poder de compra del ciudadano en el mostrador".

"Es una caída importante, que perjudica no solo a nuestro sector, sino a todo el arco productivo"

Para tener en cuenta el estado real de las cosas, Morales Antón indica que desde enero el consumo ha caído un 18%. "Una caída importante, que perjudica no solo a nuestro sector, sino a todo el arco productivo. Cuando un producto no logra el valor que corresponde, los eslabones de esta cadena entran en un problema de rentabilidad", comenta. Para desazón de economistas y organismos cercanos a la producción cárnica, la Argentina se enfrenta a esta preocupación: 

"Las cámaras colegas acusan un impacto similar, pero tenemos que tener en cuenta que nuestro sector debe tener cierta rentabilidad, para que no caiga la parte ganadera, y que de esta manera nos permita tener una oferta para el año que viene", adhiere el coordinador de CAMYA.

Entre los factores que complican al extremo al sector de las carnes, Morales Antón enumera la desinversión, el achicamiento del stock, la falta de invernada, y la ausencia de hacienda gorda para faena del año próximo. "Es complicado, la ganadería es un ciclo largo, y si no tenemos un stock que sostenga los precios, la carne va a aumentar, porque no vamos a tener buena relación a la demanda", explica.

"Miramos los números de faena todos los meses, tanto los de consumo interno y los de carnes de exportación"

"Y por más que baje la inflación -aclara-, el precio no bajará. Si los costos inflacionarios no aumentan, si logramos que la hacienda gorda sostenga un precio único de acá a fin de año, no vamos a tener aumento de carne. Y ahí tendremos la ventaja de que no caiga más el consumo. Pero si la inflación sigue, y el costo de vida aumenta, la variable de ajuste se va a retirar del consumo", enumera el referente del sector.

¿Pero qué pasa con los porcentajes anteriores de consumo de carne en la Argentina? "Es un consumo mentiroso. Los valores daban ese tipo de porcentaje, pero cuando vamos a lo genuino, al verdadero ingreso de lo que la gente tiene para vivir, nos damos cuenta de que el argentino puede comprar esa cantidad de carne, pero con sustitutos. Esperemos que se reactiven las economías y que vuelvan las inversiones. Eso se va a ver reflejado en las faenas diarias, pero sabemos que de acá a fin de año, el consumo no va a aumentar", finalizó Ariel Morales Antón.