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Cómo cultivar y tener la planta más cara del mundo en casa

El azafrán no solo es una especia para cocinar sino que es una flor muy buscada y puede darte algunos réditos.

Redacción

Por Redacción

11 Septiembre de 2024 - 18:43

Azafrán

El azafrán, una especia que se distingue por su elevado costo y rareza, es originario de las tierras orientales, con Irán como su principal productor a nivel mundial. Su valor radica no solo en la dedicación que requiere su cultivo, sino también en la compleja cosecha, lo que lo convierte en uno de los condimentos más caros del planeta. La calidad de esta especia depende de la presencia de tres compuestos clave: la crocina, responsable de su característico tono rojo, la picrocrocina, que define su sabor único, y el safranal, el cual le otorga su aroma distintivo.

La recolección del azafrán es un proceso extremadamente minucioso. Cada flor de Crocus sativus, la planta de la cual proviene, solo produce tres pequeños estigmas rojos. Estos estigmas deben ser extraídos manualmente y con sumo cuidado, flor por flor, lo que implica una enorme inversión de tiempo y esfuerzo. Además, la baja productividad del cultivo añade a su rareza: para obtener un kilo de azafrán seco, se necesitan entre 150.000 y 200.000 flores. Esta labor intensiva y el reducido rendimiento explican en gran medida el elevado precio de la especia en los mercados internacionales.

Sin embargo, pese a los desafíos que implica su cultivo, aquellos que se embarcan en esta aventura agrícola pueden encontrar una gratificación considerable si cuentan con el tiempo y la dedicación necesarios. El azafrán prospera en climas templados y secos, preferentemente en regiones donde los inviernos son fríos pero no extremos, y los veranos son cálidos y secos. Aunque se adapta a diferentes zonas geográficas, es en estos climas donde la planta alcanza su máximo potencial.

Azafrán. Foto iStock

El tipo de suelo es otro factor fundamental para su crecimiento óptimo. Los suelos ligeros, bien drenados y con un pH entre ligeramente ácido y neutro (de 6 a 8) son los más adecuados. Los suelos arenosos o arcillosos con buen drenaje son ideales, ya que el encharcamiento puede causar la pudrición de los bulbos, lo que pone en riesgo la cosecha.

Claves para el cultivo exitoso

El proceso de plantación también es delicado y requiere de precisión. Los bulbos de azafrán deben ser colocados a una profundidad de entre 10 y 15 cm, con un espacio equivalente entre ellos, lo que permite un crecimiento saludable sin competencia por los recursos. Después de la plantación, el riego debe ser moderado, manteniendo el suelo ligeramente húmedo hasta que las plantas estén bien establecidas. A medida que crecen y especialmente durante el período de floración, el riego debe reducirse gradualmente para evitar un exceso de humedad que podría dañar las plantas.

"Los bulbos de azafrán se deben plantar en enero o febrero en cajones contenedores. Los cajones se deben mantener en lugares sombreados o protegidos con media sombra -informó el estudioso en plantas aromáticas Álvaro Lamas- la cosecha de los estigmas se realiza a partir de abril, cuando se inicia la floración."

"Se cortan las flores y luego hay que separar los estigmas (hebras de azafrán) para secar (se colocan cerca de una hornalla por unos 20 minutos). Cuando las hebras reducen su tamaño, cambian de color de rojo vivo a rojo oscuro y adquieren un aroma característico", explicó.

A pesar de ser relativamente resistente a plagas, el azafrán no está exento de riesgos. Es fundamental estar atentos a la aparición de ácaros o enfermedades fúngicas, así como garantizar que el terreno esté libre de malezas y bien drenado. Este cuidado preventivo es clave para asegurar una cosecha exitosa.

Otra ventaja del cultivo de azafrán es su capacidad de multiplicación. Los bulbos pueden dividirse y reutilizarse, permitiendo la expansión del cultivo sin necesidad de invertir en nuevos bulbos cada temporada. De hecho, cada bulbo tiene una vida productiva de aproximadamente seis años, lo que le brinda a los cultivadores la oportunidad de mantener una producción continua y sostenible a lo largo del tiempo.

Contexto global y aplicaciones

El azafrán no solo destaca por su valor económico, sino también por sus usos en diversas áreas. En la gastronomía, es un ingrediente esencial en platos como la paella española o el risotto italiano, mientras que en la medicina tradicional se le atribuyen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Además, su uso en cosmética y perfumería lo ha convertido en un producto deseado a nivel global.

Azafrán

A pesar de su origen principalmente en Irán, países como España, Grecia y Marruecos también han desarrollado industrias significativas en torno a esta especia. La demanda internacional sigue en aumento, lo que plantea un desafío para los productores, quienes deben equilibrar la producción con los estrictos requisitos de calidad que exigen los consumidores. Este panorama convierte al azafrán en un producto no solo lujoso, sino también estratégico dentro del comercio global de especias.

En definitiva, el cultivo de azafrán representa una oportunidad para quienes buscan dedicarse a una actividad agrícola de alto valor añadido. A pesar de los retos que implica, tanto en términos de trabajo como de tiempo, la recompensa puede ser significativa, no solo en términos económicos, sino también en la satisfacción de producir una de las especias más apreciadas y exclusivas del mundo.