Buenos tips para disminuir el consumo de combustibles

Pasar por el surtidor se ha vuelto intimidante, y cualquier consejo que nos ayude a gastar menos combustible y ser más inteligentes a la hora de conducir son siempre bienvenidos. La primera cuestión a tener en cuenta es si el uso es urbano –consume mucho más- o en rutas abiertas, donde la optimización es mayor al circular en marchas altas, velocidades constantes y con el motor en un régimen de vueltas descansado.

Todos podemos mejorar esos desempeños incorporando pequeños cambios en los hábitos de conducción, lo que no solo redunda en beneficio económico, sino también ambiental.

Hay varios pasos que son simples y casi obvios: Acelerar menos, cargar nafta súper en lugar de Premium, tener correctamente alineadas las ruedas, con la presión de inflado recomendada por el fabricante para que tengan el rozamiento óptimo, evitar cuando se pueda el aire acondicionado, y correcto mantenimiento de filtros, inyección de combustible y sistemas de frenado.

Yendo por partes, la relación entre la aceleración y el consumo de combustible se explica por la demanda de combustible requerida para lograr la velocidad deseada, y la presión brusca sobre el pedal suma esfuerzo extra para lograr las revoluciones del motor, que a más demanda más alimento requiere.

Así, la primera marcha se usa únicamente para iniciar el movimiento del vehículo, solo romper la inercia, y cambiar rápidamente a segunda marcha con una aceleración liviana, donde el motor irá más aliviado; usar la segunda hasta los 40 Km/h y la tercera hasta 60 Km/h es una de las recomendaciones habituales.

La elección entre nafta súper y nafta premium es determinante en el ahorro de costos, pero no todos los vehículos admiten el cambio de un combustible por el otro, por lo cual se recomienda revisar el manual del usuario de cada vehículo donde se especifica una calidad mínima de combustible de 94 o 95 octanos. La nafta Súper cumple con los requisitos de octanaje para la mayor parte del parque automotor.

La presión de los neumáticos es fundamental para el buen rendimiento y para optimizar el consumo. Los fabricantes de automóviles establecen una presión de inflado recomendada basada en el peso y las características del rodado de cada modelo, garantizando así una conducción eficiente y segura.

Por debajo de la presión aconsejada puede incrementar la dificultad de desplazamiento del vehículo, en un fenómeno comparable a conducir enfrentando una resistencia significativa, como viento en contra, que requiere que el motor realice un mayor esfuerzo. Una presión superior a la recomendada endurece los neumáticos, afectando negativamente la suspensión por la transmisión de las imperfecciones del camino y disminuyendo la capacidad de frenado y maniobra del vehículo, lo que incrementa los riesgos de daños y accidentes.

La alineación es fundamental para garantizar un manejo seguro y eficiente, pero también representa un factor crítico en el consumo, al evitar la resistencia adicional al avance del vehículo, lo cual implica un esfuerzo mayor del motor.

El uso de aire acondicionado se convierte en una fuente de aumento del consumo de combustible. Evitar exponer el vehículo directamente al sol cuando se pueda es una buena medida, y si está al sol se recomienda airear el coche antes de encender el aire acondicionado para facilitar la evacuación del aire caliente y reducir la necesidad de enfriamiento.

Además, la utilización del modo de recirculación del aire acondicionado al iniciar la marcha ayuda a bajar rápidamente la temperatura interna, aunque es importante desactivar esta función después de unos minutos para evitar daños en el sistema.

La limpieza del filtro de aire es esencial para el correcto funcionamiento del motor, permite el paso del aire necesario para la mezcla con el combustible y facilitar así la combustión. Un filtro obstruido puede alterar esta mezcla, aumentando la proporción de combustible utilizado.