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Blanqueo y moratoria en Argentina: cuál es la mejor opción

Conocer las diferencias es la clave para tomar la decisión que se adecue a cada caso individual.

Redacción

Por Redacción

24 Agosto de 2024 - 20:50

Blanqueo y moratoria en Argentina: cuál es la mejor opción

La desconfianza en los bancos argentinos, especialmente tras el devastador corralito de 2001 y las recurrentes devaluaciones, ha llevado a muchos a optar por guardar sus ahorros en dólares, fuera del sistema bancario tradicional. El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) estima que los argentinos tienen aproximadamente 238.233 millones de dólares en efectivo guardados fuera de las instituciones financieras, comúnmente en sus hogares.

Ante esta realidad, el Gobierno ha implementado el Régimen de Regularización de Activos, conocido popularmente como "blanqueo", que comenzó el 18 de julio de 2024. Este programa, aunque prometedor, ha generado dudas e incertidumbre entre los potenciales participantes. Una de las principales expectativas es que esta medida revitalice el mercado inmobiliario, con proyecciones de crecimiento que oscilan entre el 20% y 30% en los próximos meses.

El blanqueo ofrece una serie de beneficios fiscales, como la exención del impuesto a las transferencias de inmuebles, convirtiéndose en una opción atractiva para los inversores. Sin embargo, esta no es la única vía disponible para quienes necesitan regularizar sus activos no declarados o ponerse al día con deudas fiscales y de seguridad social. La moratoria es otra alternativa, y cada una de estas opciones tiene características y ventajas específicas que pueden adaptarse mejor a las necesidades de cada contribuyente.

¿Qué es el blanqueo y cómo funciona?

El blanqueo es un mecanismo que permite a los contribuyentes declarar bienes y activos no informados previamente ante la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). Este régimen ofrece, en ciertos casos, la posibilidad de regularizar estos bienes sin costo alguno, siempre que el valor no exceda los 100.000 dólares y se declaren antes del 30 de septiembre de 2024. Este beneficio está disponible tanto para residentes como para no residentes, permitiéndoles poner en regla sus bienes y tenencias sin estar sujetos a impuestos adicionales.

Además, el blanqueo permite a los contribuyentes retirar fondos a partir del 1 de octubre de 2024, siempre y cuando se cumplan los plazos establecidos y el valor de los bienes no supere los 100.000 dólares. En caso de que el monto exceda este límite, los bienes deberán mantenerse en una cuenta especial CERA hasta finales de 2025 o invertirse en actividades permitidas por la normativa vigente.

El programa también establece una alícuota del 5% sobre el excedente del valor límite si los bienes superan los 100.000 dólares y se declaran en la primera etapa. Este impuesto se aplica sobre los bienes o activos poseídos hasta el 31 de diciembre de 2023, lo que representa una carga fiscal relativamente baja en comparación con otros escenarios de regularización.

La moratoria: una alternativa clásica para regularizar deudas

Por otro lado, la moratoria se presenta como una solución para aquellos que necesitan regularizar deudas impositivas, aduaneras y de seguridad social vencidas hasta el 31 de marzo de 2024. Este régimen permite a los contribuyentes pagar sus deudas en cuotas, con la posibilidad de condonación de multas e intereses, lo que puede resultar muy beneficioso en términos económicos.

Un aspecto destacado de la moratoria es su flexibilidad en los pagos. Monotributistas, pequeñas y medianas empresas (pymes) y entidades sin fines de lucro pueden acceder a beneficios como hasta 84 cuotas y la condonación total de las multas. Además, los planes de pago pueden extenderse hasta el 13 de diciembre de 2024, ofreciendo un amplio margen para regularizar las obligaciones fiscales.

Este régimen también permite la regularización de deudas en discusión administrativa, contencioso-administrativa o incluso en trámite judicial, incluidas las derivadas del Aporte Solidario. Además, se extiende a las deudas de agentes de retención y percepción que no hayan cumplido con sus responsabilidades, ampliando significativamente su alcance.

Qué elegir entre blanqueo y moratoria

La elección entre el blanqueo y la moratoria depende de múltiples factores, como el tipo de bienes a regularizar, el monto de las deudas y las condiciones particulares de cada contribuyente. Según Diego Fraga, abogado y profesor de la Maestría en Derecho Tributario de la Universidad Austral, en ciertos casos, la moratoria puede ser más conveniente en términos económicos, especialmente cuando se trata de deudas que pueden regularizarse en pesos y con condonaciones significativas de multas e intereses.

Un ejemplo típico es el de un contribuyente que desea regularizar una cuenta en el exterior nunca declarada. Si la cuenta fue incorporada al patrimonio en un período prescripto, la AFIP no podría reclamar el incremento patrimonial no justificado, lo que reduce considerablemente el costo de la regularización a través de la moratoria. En estos casos, los impuestos más gravosos, como el de incremento patrimonial, ya no pueden ser reclamados, lo que hace que la moratoria sea una opción más económica.

Por otro lado, el blanqueo ofrece ventajas adicionales, como la posibilidad de librarse de la presunción de ventas o ingresos no declarados y evitar reclamos por impuestos como ganancias, IVA, bienes personales y otros tributos internos. Además, proporciona "inmunidad" frente a posibles acciones legales por delitos tributarios o cambiarios relacionados con los bienes blanqueados.

En definitiva, la decisión de optar por una u otra alternativa requiere un análisis cuidadoso de cada situación particular, considerando las ventajas fiscales, la situación financiera del contribuyente y las características específicas de los bienes o deudas a regularizar.