Aunque se caliente, ¡nunca metas el celular en la heladera!
Es habitual que los smartphones suban su temperatura con uso, especialmente si tienen una alta demanda de recursos por aplicaciones pesadas y uso de varias a la vez
Por Redacción
La suba de temperatura en los teléfonos celulares es bastante habitual, sobre todo cuando tienen su tiempo y están cargados de aplicaciones. Si hacemos un cálculo simple, está claro que pocas cosas tienen tantas horas de intenso uso como ellos, y calentarse es parte de este uso, aunque algunos llegan a ponerlos en la heladera, e incluso recomendar esta errónea práctica.
Un estudio publicado en el sitio oficial de la compañía de seguridad y antivirus AVG indica cuáles son las temperaturas de funcionamiento adecuado, comprendidas en el rango que va de 0 a 35 °C, por lo que la exposición a temperaturas fuera de ese registro afecta el rendimiento y los sistemas, y además la temperatura del teléfono “puede aumentar cada vez que se use durante un tiempo prolongado, se ejecuten aplicaciones intensivas o se usen muchas aplicaciones a la vez”.
Los que siguen ese absurdo consejo de refrigerarlo en la heladera lograrán que baje la temperatura, pero pueden ocasionar que su eficiencia se vea afectada, por lo que la recomendación es obvia: no hay que meter los teléfonos en la heladera. No solo por el funcionamiento de la electrónica, sino que también puede partirse el material o deformarse por el brusco cambio, sin contar el ingreso de la humedad, dañina para los circuitos.
Entonces, ante la suba de temperatura, ponerlo cerca de las salidas de aire acondicionado, o delante del ventilador, son soluciones más razonables. Si la temperatura es anormalmente alta, se puede retirar la carcasa para liberar el calor, o también activar el modo avión durante unos minutos, para desactivar las funciones que consumen batería, como el Bluetooth y otros que puedan estar ejecutándose en segundo plano.
La funda también contribuye a aumentar la temperatura de los equipos, así que quitarla contribuirá, y también cerrar aplicaciones de alta demanda al hardware, como los juegos. Safari, Bluetooth, Wi-Fi, mapas, aplicaciones de navegación también son usos que suben la temperatura.
También recomiendan usar la función de carga rápida solo cuando realmente se necesite y desactivar el brillo automático: si el dispositivo tiene elevado el brillo automático puede agotar la batería y generar sobrecalentamiento.
Otro dato central es contar con el software más reciente: el sistema operativo debe tener el más reciente dado que el software viejo puede dejar la CPU sobrecargada, así que cuando aparecen las notificaciones de actualización, es importante ejecutarlas ni bien se pueda.