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Carlos Alberto Mancuso, el cura exorcista que luchó contra el diablo hasta el final

Un cura exorcista que vivió su misión con pasión y con fe. Fue, en definitiva, un mano a mano con el diablo. Conocé tu historia

Por Redacción

08 de agosto, 2023 - 14:24

El 3 de julio murió Carlos Alberto Mancuso, sacerdote platense que dedicó su vida a luchar contra el mal. Fue uno de los pocos exorcistas oficiales de la Iglesia católica y enfrentó a cientos de personas poseídas por el demonio. Su testimonio quedó plasmado en un libro donde relata sus experiencias sobrenaturales. Nicolás Colombo, escritor cercano al cura, lo recuerda con admiración.

Un cura exorcista

Mancuso nació el 8 de febrero de 1934 y se ordenó sacerdote a los 26 años. Su destino fue la Catedral de La Plata, donde ejerció su ministerio durante décadas. Pero su vocación no se limitaba a celebrar misas y confesar pecados. También se dedicaba a realizar exorcismos, una práctica poco común y controvertida dentro de la Iglesia.

El primer exorcismo que hizo fue en 1984, cuando una joven catequista le pidió ayuda porque sentía que estaba poseída por el diablo. Mancuso fue a visitarla a su casa y se encontró con una escena escalofriante: la mujer lo insultó con una voz gutural y le dijo que le había sido consagrada al Maligno. El sacerdote le impuso las manos y le ordenó al demonio que saliera de ella. Después de un rato de lucha, la joven quedó liberada y pudo retomar su vida normal.

El diablo no resiste la mirada del sacerdote

Ese fue el comienzo de una larga carrera como exorcista, que lo llevó a enfrentarse a cientos de casos de posesión diabólica. Mancuso contaba que el diablo podía manifestarse de diferentes formas: con gritos, convulsiones, blasfemias, levitaciones, cambios de voz o de personalidad. También decía que el demonio tenía miedo de los sacerdotes y que no resistía su mirada.

Para realizar su práctica, Mancuso seguía un ritual establecido por la Iglesia, que consiste en rezar oraciones, leer pasajes bíblicos, hacer signos de la cruz y rociar agua bendita sobre la persona poseída. El objetivo era expulsar al espíritu maligno del cuerpo y del alma del afectado, restableciendo así su libertad y su paz interior, según reconstruyó el portal El Destape.

Un libro testimonial

“Soy un cura exorcista. Enfrento con frecuencia al diablo y lo conmino a abandonar esos cuerpos que decidió poseer. Lucho contra el demonio. Nada más y nada menos”, comienza a narrar el cura, quien plasmó todas sus experiencias en un libro.

En el 2012, el sacerdote publicó Mano a mano con el diablo: Crónicas de un cura exorcista, donde narra sus experiencias más impactantes como luchador contra el mal. El libro fue editado por Sudamericana y tuvo una gran repercusión mediática. En él, no solo describe los casos que atendió, sino que también reflexiona sobre la naturaleza del diablo, el pecado, la fe y la gracia.

El libro fue escrito con la colaboración de Nicolás Colombo, un escritor platense que se hizo amigo del cura exorcista. Colombo lo ayudó a ordenar sus relatos y a darles forma literaria. También lo acompañó en algunos exorcismos y fue testigo de las manifestaciones sobrenaturales que presenció Mancuso.

Un legado de servicio

La muerte de Mancuso causó una gran conmoción entre sus feligreses y sus colegas sacerdotes. Su parroquia, San José de La Plata, lo despidió con un mensaje en las redes sociales donde pedía oraciones por su eterno descanso.

 

 

Mancuso dejó un legado de servicio a Dios y a los demás. Fue un hombre valiente que no tuvo miedo de enfrentarse al diablo y de defender a los que sufrían por su influencia.