Notable diferencia: el voto en blanco en las PASO y en las generales
En caso de que no te convenza votar por ninguno de los cinco binomios para el Ejecutivo y considerás sufragar en blanco, prestá atención a las particularidades de las generales con detalles que, tal vez, desconocías respecto a la validez de tu voto
Por Redacción
A diferencia de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), es importante destacar, en el contexto de los comicios generales, que el voto en blanco tiene una manera distinta de considerarse. La Constitución Nacional, desde la Reforma de 1994, establece que los votos se deben contabilizar sobre la base de los que son explícitamente afirmativos, es decir, los que se expresan a favor de una boleta válida de candidatos.
En consecuencia, en las elecciones generales, el universo de porcentajes de tipos de votos registrados se achica. O sea, en el cálculo solo se cuentan los afirmativos y se excluyen los votos en blanco.
¿Qué representa el voto en blanco?
La razón de ser del voto en blanco se basa en el derecho legítimo del elector de considerar como insuficientes o no representativas, de acuerdo a sus intereses, todas las propuestas planteadas por los candidatos.
La CNE, define al voto en blanco como "una herramienta con la que cuentan los electores para manifestar su disconformidad con todos los candidatos y con las propuestas formuladas por los partidos políticos".
El organismo electoral explica, además, las tres formas distintas y válidas de votar en blanco:
La primera, es que el sobre membretado con el que se sufraga se encuentre vacío.
La segunda, es que el antedicho sobre contenga un papel (de cualquier color), sin imágenes, textos ni objetos extraños.
Por último, en tercer lugar, que el sobre de sufragio contenga una boleta oficial de candidatos, pero que carezca del cuerpo correspondiente a una categoría. En ese caso, se considerará también voto en blanco, pero solo para dicha categoría.
¿Y el voto nulo?
En contrapartida, el voto nulo, es una forma de sufragio que, a veces, suele confundirse con el sufragio en blanco. La nulidad se produce cuando en el sobre se hallen boletas no oficiales, contenga objetos extraños, y/o que la propia boleta contenga faltantes, como puede ser el caso del número de lista de la opción partidaria o la denominación del partido o frente político.
Considerándose estas, inconsistencias suficientes como para anular la opción electoral durante el recuento, una vez finalizado el horario de sufragio.
¿Favorece a alguna lista o candidato votar en blanco este próximo 22 de octubre?
La respuesta puntual es no. Nuestra Ley máxima establece, desde 1994, que los votos, (en elecciones generales), se deben contar, a la hora de determinar un ganador, sobre la base de los que son afirmativos, es decir, los que eligieron una boleta de candidatos. Para calcular los porcentajes solo se cuentan los afirmativos y se excluyen los votos en blanco junto a, lógicamente, los nulos.
Los artículos 97 y 98 de la Constitución
En este contexto, los artículos 97 y 98 de la Constitución Nacional establecen qué es lo que requiere una fórmula presidencial para resultar ganadora. El primero señala que “cuando la fórmula que resultase más votada en la primera vuelta, hubiere obtenido más del cuarenta y cinco por ciento de los votos afirmativos válidamente emitidos, sus integrantes serán proclamados como presidente y vicepresidente de la Nación”.
Consecuentemente, el 98 indica que “cuando la fórmula que resultase más votada en la primera vuelta hubiere obtenido el cuarenta por ciento por lo menos de los votos afirmativos válidamente emitidos y, además, existiere una diferencia mayor de diez puntos porcentuales respecto del total de los votos afirmativos válidamente emitidos sobre la fórmula que le sigue en número de votos, sus integrantes serán proclamados como presidente y vicepresidente de la Nación”.