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La Iglesia volvió a pedir por alimentos para los comedores: “El Gobierno debe recapacitar”

El titular de Cáritas, el obispo Carlos Tissera, reforzó el reclamo por la mercadería que no envía el Ejecutivo nacional a los comedores comunitarios

Por Redacción

14 de febrero, 2024 - 09:25

La Iglesia Católica insistió con el reclamo por alimentos para comedores comunitarios. Lo hizo a través del obispo de Quilmes, Carlos Tissera, además titular de Cáritas, la organización con la que el Gobierno firmó recientemente un convenio por más de 310 millones de pesos para la compra de mercadería.

“No es justo que se estén haciendo convenios con la Iglesia y no con otros servicios, programas o redes de comedores y que se le quite la comida a la gente”, remarcó Tissera.

“Desde Cáritas pedimos que se sienten en la mesa otras organizaciones sociales”, solicitó el obispo en un mensaje directo al gobierno de Javier Milei. “El Gobierno tiene que recapacitar. Primero está la comida de la gente y uno anhela que sea traída por el trabajo, lo lógico sería que los argentinos pudieran comer lo que se ganan. Pero con este porcentaje de pobreza que hay, solucionar el tema alimentario es el principal problema de todos”, expresó Tissera.

Además, indicó que “no le pareció justo” que porque “haya sospechas de la dirección de algunos montos o ciertos grupos, se le quite la comida a la gente que está más allá de un movimiento, sea del grupo político que sea”, dijo en diálogo con CNN Radio.

Es que el Gobierno, con el objetivo de reducir la injerencia de las organizaciones sociales, frenó el reparto de alimentos “secos” a los comedores sociales y puso en marcha una auditoría para transparentar la entrega de recursos.

Según afirman distintos dirigentes sociales, la situación que atraviesan los comedores comunitarios es crítica. Muchos de estos centros debieron recortar los días de asistencias y en muchos casos cerrar sus puertas.

Aquellos que todavía ofrecen un plato de comida o una merienda –ya sea porque reciben asistencia de la Provincia de Buenos Aires o la CABA, estiran los recursos recibidos a fin de año, o se apoyan en las donaciones– se ven sobrecargados por una demanda que creció en los últimos meses y comienzan a ver los límites: “Nos queda para 10 o 15 días”, le dijo un dirigente social a este medio.

Los dichos de Tissera refuerzan el mensaje que la propia Iglesia dio en un comunicado previo a la visita del presidente Milei al Vaticano, donde se reunió con el Papa Francisco, y amplifican el pedido de las organizaciones sociales, uno de los ejes centrales en las muchas protestas que emprendieron desde el inicio de la gestión libertaria.

“Todos los espacios de cuidado que dan de comer, todos los comedores comunitarios, de parroquias, Iglesias evangélicas, y de movimientos populares deben recibir ayuda sin dilación. Ningún sector de los que hoy están actuando, ninguna institución o Iglesia, podría hacerlo solo”, se lee en el texto que lleva la firma de la comisión ejecutiva de la Conferencia Episcopal, presidida por el obispo Oscar Ojea.

“La comida no puede ser la variable de ajuste”, dice el texto en su tramo más explícito. A su vez, luego del convenio firmado con el ministerio de Capital Humano, Cáritas emitió un comunicado agradeciendo el gesto y la confianza. No obstante, se apuró en subrayar la inexistencia de un “acuerdo exclusivo” con el Estado.

Con información de La Nación