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El vino argentino en crisis: saldo negativo para el primer semestre

El sector vitivinícola sufrió una de las mayores caídas en 20 años, afectado por la inflación y las restricciones cambiarias. La recuperación parece lejana.

Redacción

Por Redacción

12 Agosto de 2024 - 16:33

Vitivinicultura — Pexels

La vitivinicultura acusó saldo negativo en el primer semestre del 2024. En un contexto internacional difícil y en un marco económico del país dominado por inflación y cepo al dólar, entre otros aspectos. Puntos sobresalientes de un trabajo realizado por Javier Merino para la división vinos del Banco Supervielle y el Centro de Estudios Económicos de Bodegas de Argentina.

Sobre lo que fue el año vitivinícola en sí, esto expresó el especialista en exclusiva a Ciudadano.News: En la Argentina hablar de un año es hablar de mucho tiempo, en realidad, uno podría decir que en el último trimestre de alguna manera se ha visto algún signo de recuperación, pero si toma el año completo, cerrado en junio de este año, ha sido muy malo en términos de performance general de la vitivinicultura argentina. Tenemos la caída más grande de facturación de los últimos por lo menos 15 o 20 años del sector vitivinícola argentino". 

"Si lo comparamos solamente en comercio exterior, la cifra es también notable porque el mundo cayó su nivel de importaciones mundiales alrededor del 9% y Argentina casi cayó al doble de eso. Por lo tanto, la performance no solamente de la viticultura argentina,  sino la performance relativa a otras vitiviniculturas mundiales ha sido muy muy mala", manifestó. 

Javier Merino

Sobre donde se ha tenido que desempeñar la vitivinicultura y lo que a ocurrido ahí, destacó: "Ha influido negativamente. O sea, tanto la política macro general actual y del año pasado, de dos gestiones distintas. En realidad, en todo momento lo que ha estado pasando es que hemos tenido un contexto inflacionario altísimo".

"Puede ser que los índices estén a la baja, pero la realidad es que el contexto inflacionario local afecta muy negativamente al sector por dos vías. Por un lado, alto nivel de inflación significa degradación de los ingresos de los consumidores, lo cual afecta directamente el consumo de bienes y servicios de todo tipo, pero además de esto, el vino forma parte de la canasta de los prescindibles,  y, por lo tanto, la caída del ingreso no solamente es para, en este caso, para el vino y otros productos, sino que se amplifica para el vino", explicó.

Al respecto de lo que se avisora con la actual política económica nacional y qué se espera: "Desde lo anunciado desde el punto de vista de política económica, es probable pensar que vienen mejorías en términos de apertura al mundo, en términos de disminución de carga impositiva, en términos de desregulaciones, en términos de, obviamente, combate a la inflación". 

"Todo eso son aspectos que claramente van a beneficiar o benefician al sector vitivinícola.  El punto central es la incertidumbre que existe acerca de si todo eso se va a terminar ejecutando, en los tiempos que se va a terminar ejecutando, y si no existen marchas atrás derivadas de que el contexto es demasiado agresivo para la sociedad y la sociedad de alguna manera reaccione negativamente a ese ajuste, digo, a través de los canales institucionales que deben ser, como por ejemplo el Congreso y demás".

"Así que, desde el punto de vista de lo anunciado, sí beneficia el sector vitivinícola porque el sector vitivinícola tiene su destino en el mundo. Es decir, el sector vitivinícola no tiene su destino en el mercado interno y por lo tanto, si tiene su destino en el mundo, todo lo que tenga que ver con apertura, eliminación de restricciones al tipo de cambio, mejora o acuerdos internacionales que se puedan llegar a firmar. Todo apunta a favor del sector vitivinícola", finalizó.

Producción periodística: Daniel Gallardo.