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Tucumán celebra la Semana del Sánguche de Milanesa: consejos para hacerlo en casa

Hace 63 años, un personaje de la capital tucumana comenzó a vender los clásicos sánguches de "mila". Un periodista comenzó a homenajear al emprendedor, y logró colocar la fecha a nivel nacional

Por Redacción

21 de marzo, 2023 - 11:40

Corría el año 1962. Marzo traía varias noticias que marcaron la historia: un presidente destituido (Arturo Frondizi), un tratado de paz en Francia y un Partido Peronista que terminaba su proscripción.

Y en Tucumán nacía una tradición que hasta ahora sigue vigente: la del sánguche de milanesa. José Norberto Leguizamón comenzó a vender sus productos en la esquina de Aconquija y Camino del Perú, en un modesto quiosco cedido por una marca de gaseosas.

 

 

Rápidamente, "Chacho" (como comúnmente se lo conoció) se volvió un emblema de la comida rápida más popular de todo Tucumán. Chacho cumplió el sueño de tener un local más grande, para seguir ofreciendo su servicio de "sánguches de mila".

 

Pero el tiempo pasó, y Chacho Leguizamón murió el 18 de marzo del 2010, tras sufrir una larga enfermedad. Un periodista, Diego "Mocho" Viruel, fue el gestor de que esa fecha quedara fijada como el Día del Sánguche de Milanesa. La propuesta prendió, y lo que el hombre creó como costumbre tucumana pasó a ser un fenómeno de nivel mundial.

 

Características del verdadero "sánguche de mila"

La mejor forma de comer el sánguche tucumano es con una gaseosa con gusto a manzana. Es un rito que los nativos de esa provincia respetan a rajatabla. Viruel explica que "la idea es que se festeje todos los años la Semana de la Milanesa y no solamente la podamos comer los tucumanos sino que la puedan venir a disfrutar desde todo el país. En Tucumán hay más de 200 sandwicherías".

 

Los que saben de comida rápida (chori, pancho o mila) aseguran que el sánguche de milanesa tucumano se come con pan "sanguchero", que es una combinación de figaza y pan francés: suave, sin costra que lastime el paladar, y con una miga interior que previamente pasa por la plancha.

A continuación se colocan las cinco capas de milanesas, con lechuga cortada y finas rodajas de tomate. Puede llevar huevo, jamón y queso, y además una porción de papas fritas.

 

La gestión de Viruel: llevar a Chacho a la inmortalidad

Diego Viruel se propuso llevar la figura de Chacho Leguizamón al nivel más alto posible, y esto se logró con homenajes (que arrancaron en 2001), un monumento realizado por el artista Sandro Pereira (comprado por Eduardo Constantini, dueño del Malba), y una estatua emplazada en la esquina de Mate de Luna y Pellegrini, en la capital tucumana (hoy la estatua ha sido removida).

 

 

"Todos los años tratamos de generar algo distinto", cuenta Viruel. "En el 2011 entramos al libro de los récords Guinness con el sánguche de milanesa más grande del mundo". Y no es para menos: esa vez se utilizaron 14 kilos de carne, 6 kilos de pan rallado, 6 kilos de tomate, 10 plantas de lechuga, y 60 huevos. Terminó siendo un sánguche de 2,60 metros de largo y 54 centímetros de ancho", detalla el comunicador.

Viruel es impulsor también de la "Ruta de la Milanga", un sitio web que recopila los locales donde venden el famoso sánguche, y al que prestó atención el Ente Autártico de Turismo de Tucumán, para impulsarlo oficialmente.
 

El sánguche de mila perfecto

-Estirar la carne de milanesa y pincelarla con un tenedor.
-Macerar la carne en el huevo batido con ajo picado, sal, pimienta y perejil fresco picado.
-Usar sólo pan rallado.
-Empanar la carne en una fuente donde pueda cubrirse con un separador de nylon, y luego aplastarla.
-Freír la carne en aceite vuelta y vuelta, apenas dorada, para que no se endurezca.
-Para alivianar la mayonesa, añadir una cucharada de leche y mezclar.

 

-Cortar la lechuga en tiritas, como si fueran fideos.
-Cortar las rodajas de tomate finitas.
-Cortar la milanesa en lonjas del ancho del pan, y superponer.
-El pan “sanguchero” debe suave y del tamaño de una baguette.