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El gobierno argentino ya había recibido información sobre 600.000 cuentas en el exterior

El intercambio de información con la IRS arrancará este 1 de enero, pero nuestro país ya contaba con datos de un aproximado de 52 mil millones de dólares

Por Redacción

09 de diciembre, 2022 - 08:37

Mientras el gobierno argentino ultima los detalles técnicos para darle luz verde al intercambio de información fiscal automático con Estados Unidos, el fisco consiguió, a través de contactos y convenios con varios países, datos sobre más de 600.000 cuentas de argentinos en el mundo. El valor aproximado de todas estas cuentas asciende a unos 52 mil millones de dólares.

Fuentes oficiales indicaron que la última tanda de información fiscal de estos contribuyentes tiene fecha de corte el mes de septiembre de 2021, y los datos se recibieron en los últimos meses. Países como Italia, Alemania, Francia, Uruguay, Brasil, las islas Vírgenes Británicas y Bahamas son los principales aportantes de estos datos.

En rigor, se trata de 608.436 cuentas registradas en 96 jurisidicciones, por un total de 8,8 billones de pesos. Convertidos al tipo de cambio comprador minorista del Banco Nación, esto se traduce en u$s 52.380 millones de dólares, cifra que excede el total de la deuda que la Argentina tiene con el Fondo Monetario Internacional.

Sergio Massa junto a Marc Stanley, embajador de Estados Unidos en Argentina

Si bien el Ministerio de Economía sigue reuniéndose con entidades financieras argentinas para que adapten sus sistemas al intercambio de información mutuo con Estados Unidos, llama la atención la gran cantidad de datos que ya se habían recibido con anterioridad. El detalle es que nuestro país posee un sistema de comunicación con la mayoría de los países, pero no con Estados Unidos. A partir del 1 de enero se recibirá toda la información en forma anual y automática: los datos de las cuentas, rentas e intereses argentinos en el país del Norte, serán comunicados inmediatamente a la AFIP. 

Lo que viene ahora es la etapa en que el Gobierno haga su propia actualización en sistemas, reglamentaciones y software para poder responder a semejante cambio, para que tanto la AFIP y el IRS norteamericano puedan "hablar el mismo idioma" financiero.