Naciones Unidas

Visto bueno al primer Tratado Global contra la ciberdelincuencia

Organismos de derechos humanos y sectores de la opinión pública no ven con mucha confianza la iniciativa. Temor a que se transforme en una herramienta represiva.

Redacción

Por Redacción

8 Agosto de 2024 - 22:38

Escepticismo respecto al primer Tratado Global sobre ciberdelincuencia

Naciones Unidas aprobó, este jueves 8 de agosto, por unanimidad su tratado contra la ciberdelincuencia, el cual deberá presentarse ante la Asamblea General para ser oficializado y supondría un paso definitivo tras tres años de lentas negociaciones.

El tratado tiene como premisa "prevenir y combatir la ciberdelincuencia de manera más eficiente y eficaz", especialmente en lo que respecta a abuso de menores y blanqueo de capitales.

El documento, el primero de este tipo elaborado por un comité 'ad hoc' de la ONU y que se implementará inmediatamente después de ser ratificado, surgió en 2017 de una iniciativa promovida por Rusia, aunque, en ese entonces, contó con la oposición de EE.UU. y varias naciones europeas.

Hace unos días, el Kremlin, que históricamente ha apoyado el proceso de redacción, se quejó de que el tratado se había llenado de cláusulas de derechos humanos, al tiempo que señalaba a los países de perseguir "objetivos egoístas" amparándose en supuestos valores democráticos.

Además, centenares de activistas y organizaciones de la sociedad civil, como Human Rights Watch (HRW), han advertido sobre los supuestos peligros que podría esconder porque podría ser utilizado como una herramienta gubernamental de represión y vigilancia.

"Prevemos que a medida que los países avancen en la ratificación del tratado, este se enfrentará a un considerable escrutinio y a la oposición de los legisladores y del público debido a la amenaza que supone para los derechos humanos", aseguró la directora adjunta del departamento de Tecnología de HRW, Deborah Brown.

En este contexto, los detractores de la iniciativa denuncian que el alcance de aplicación es demasiado amplio y afirman que podría deformarse en un tratado de "vigilancia" mundial y utilizarse con fines represivos de la libertad de opinión y los derechos civiles.