Pedido a Naciones Unidas

Primer Ministro del Líbano: "Detener la agresión israelí y la guerra tecnológica"

El Gobierno libanés culpa directamente a la administración de Netanyahu, mientras se confirma la cifra de 37 muertos y casi 3000 heridos en solo 48 horas.

Ciudadano.News

Por Ciudadano.News

19 Septiembre de 2024 - 22:18

El primer ministro libanés considera que Israel agrede directamente a su país

El primer ministro del Líbano, Najib Mikati, solicitó, este jueves 19 de setiembre, a la Organización de Naciones Unidas (ONU), que intervenga y ponga fin a la "guerra tecnológica" de Israel, a quién acusa de ser el causante de las explosiones de dispositivos de comunicación, pertenecientes a miembros de Hezbolláh, ocasionando 37 muertos en solo 48 horas.

Por su parte, Hassan Nasrallah, jefe político del movimiento islamista libanés, aliado del grupo palestino Hamás, y considerado una organización terrorista por varios países, inclusive Argentina; se expresó condenando las explosiones del martes 17 y el miércoles 18 de setiembre, que, además de las decenas de víctimas mortales, dejaron casi 3.000 heridos, según las cifras suministradas por el ministerio de Salud libanés.

La Asamblea General de ONU debería adoptar una resolución condenatoria, en su reunión del viernes 20 de setiembre, donde se tiene previsto abordar el incidente, pidió el primer ministro. "Una postura firme para detener la agresión israelí contra Líbano y la guerra tecnológica que está librando", afirmó Mikati en un comunicado.

Israel no se ha responsabilizado sobre las explosiones, que acontecieron después de que el Gobierno de Netanyahu, anunciara la extensión de sus objetivos de su actual guerra contra Hamás, en la Franja de Gaza, a su frontera norte con Líbano.

Las explosiones de localizadores y walkie-talkies los últimos dos días son el "mayor golpe jamás asestado a la formación proiraní" por parte de la inteligencia israelí, según una fuente cercana a las filas de Hezbolláh.

Estas se produjeron en todo el país, cuando los miembros de Hezbolláh, que llevaban los dispositivos, estaban en casa, de compras o asistiendo a un funeral o actividades sociales.