Las centrales nucleares y la guerra: ¿qué riesgos corre el mundo?

El investigador del Departamento de Combustibles Nucleares Rodolfo Kempf, habló del peligro de las centrales nucleares en la guerra

8 Marzo de 2022 - 16:43

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El conflicto entre Rusia y Ucrania mantiene al mundo en vilo y luego de 12 días de guerra, la ilusión de que la invasión finalice va quedando atrás y algunos temores de que la batalla se agudice son cada vez mayores. ¿Qué riesgos corre el mundo con el conflicto bélico en las centrales nucleares de Ucrania?

En el programa El Interactivo -que se emite por Facebook y YouTube de El Ciudadano News de lunes a viernes a las 13- el investigador del Departamento de Combustibles Nucleares y referente en transición energética de la CNEA, Rodolfo Kempf, habló del peligro de las centrales nucleares en la guerra. 

En este sentido, el especialista indicó que "hay que estar preocupado por la guerra en sí misma y se desarrolla en Ucrania donde hay 15 centrales nucleares en 4 emplazamientos. Además el 50% de la matriz energética ucraniana es con centrales nucleares de diseño ruso, pero modernas y diferentes a las de Chernóbil".

A pesar de esto, manifestó que “no puede escalarse una central nuclear, técnicamente es imposible que se escale una bomba. Además las centrales están preparadas para que caigan aviones civiles, lo que es una probabilidad muy baja pero existe, por lo que están preparadas con gran estructura de hormigón".

Las centrales nucleares

El especialista puso el ejemplo de los dichos de Zelenski quien indicó que había que "despoblar a toda Europa porque era inminente un estallido de una central nuclear como bomba". Sobre este tema explicó que "una central nuclear no es una bomba técnicamente, porque hay un recubrimiento donde los combustibles son sólidos, una vaina metálica, el núcleo y la gran contención de hormigón. El núcleo es de material como el uranio, pero tiene recubrimiento y a diferencia de una bomba que está preparada para una gran detonación. En este caso no es técnicamente así".

Asimismo, afirmó que lo que sí ocurrió es que "hay control de la Federación Rusa de las centrales nucleares, control de la operación y el operador sigue siendo el ucraniano. Pero tienen  control político de la Federación Rusa".

—Argentina tiene larga tradición en trabajo de energía nuclear, con fines pacifistas. ¿Cuál es la importancia de la energía nuclear o si es segura?

Es totalmente segura. Como toda actividad humana está sometida a mal proceso fuera de protocolo, como lo que pasó en Chernóbil. Al tener la energía nuclear los historiadores se hace evolución de la transición energética en función de la concentración y densidad de energía. Podemos pasar de maderas, carbón, hidrocarburos y la energía nuclear a igual hidrocarburo entrega más energía, por lo tanto lo que sí tenemos desplegado en Argentina… en particular en la provincia de Mendoza hay una gran experiencia en esa área es el control de las dos grandes aplicaciones que existen. Aunque existe la nucleoelectricidad, generar vapor para mover un alternador que da energía eléctrica a  la red. Eso se hace en forma más eficiente, con menos volumen de material.

“La otra aplicación es en el área de la medicina, donde Argentina es un gran jugador en el mundo. No solo tenemos autosuficiencia en la producción de isótopos, sino que además somos proveedores en la región. Hemos vendido centrales nucleares donde ha sido la mayor exportación con mano de obra calificada en la historia de la Argentina. .

—-¿Argentina debe apostar por más centrales nucleares para tener más energía, más barata y más limpia?

—Sí, totalmente. Además de la crisis energética que se ha profundizado en este momento por el conflicto bélico, los precios del gas en Europa y el norte se van por las nubes, eso va a repercutir en el gas licuado para el conjunto del globo. Pero, Argentina maximiza la participación de trabajadores y trabajadoras en toda la fabricación de energía, desde la ciencia básica, el despliegue en laboratorios y las centrales. Hay gran participación, miles y miles de trabajadores y trabajadoras con gran calificación, con buenos convenios colectivos, buenos salarios. Entonces es una transición energética justa donde la energía nuclear tiene que ser protagonista.