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El régimen de Ortega cerró la Orden Jesuita en Nicaragua

El gobierno sandinista también avanzó sobre la reconocida Universidad Centroamericana, interviniendo sus cuentas y expropiando sus bienes. Los detalles

Por Redacción

23 de agosto, 2023 - 23:16

En un nuevo capítulo de la disputa del régimen contra la iglesia católica, el presidente sandinista, Daniel Ortega, ordenó la disolución de la orden jesuita en el país centroamericano, la misma a la que pertenece el papa Francisco, y además dispuso la confiscación de todos sus bienes.

El comunicado de la Procuraduría

"Corresponderá a la Procuraduría General de la República realizar el traspaso de estos bienes muebles e inmuebles al Estado", explicó la ministra de Gobernación, María Amelia Coronel, encargada de ejecutar la cancelación de la personería jurídica de la Compañía de Jesús en el país.

La decisión es una nueva medida contra los jesuitas, y también, dicen algunos, contra el Papa, quien desde hace varios meses exige la liberación del obispo Ronaldo Álvarez, quien se encuentra detenido desde hace un año y medio por sus opiniones críticas respecto al régimen gobernante.

El Pontífice calificó al gobierno de Ortega como una "dictadura grosera, con tintes de dictadura comunista e incluso hitleriana".

Irrupción en la UCA

Además, las autoridades nicaragüenses irrumpieron por la fuerza en las instalaciones de la Universidad Centroamericana (UCA), una de las más prestigiosas de la región, intervino sus cuentas bancarias, y también expulsó a los religiosos que vivían dentro del alojamiento para el clero.

 

La prestigiosa Universidad Jesuita fue intervenida

La fiscalía, por su parte, acusó a la UCA de ser un "centro de terrorismo encargado de organizar grupos de delincuentes".

"La confiscación de la UCA es el precio por la búsqueda de una sociedad más justa y por proteger la verdad y la libertad del pueblo", respondió la Compañía de Jesús a través de un comunicado de su conducción nacional.

Este último episodio se circunscribe en el marco de la ofensiva del gobierno de Ortega y Rosario Murillo contra la iglesia católica y el Vaticano, a la que acusó este año de ser “una mafia y a sus altos mandos por vivir en el lujo y la riqueza”.

El Vaticano todavía no detalla las medidas jurídicas para apelar la decisión de las autoridades nicaragüenses.