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Review: por esto Alan Wake 2 puede ser el juego del año

Con una narrativa fascinante, dos historias que se entrelazan y generan distintas sensaciones y un apartado técnico único, el juego de Remedy es imperdible

05 de diciembre, 2023 - 22:11

¿Puede Alan Wake 2 ser el GOTY de 2023? Pregunta complicada si las hay. Porque más allá de las opiniones objetivas, siempre hay una cuota de subjetividad cuando se elige el que consideramos ‘el mejor’. Sin embargo, intentemos ver cuáles son los puntos que permiten considerarlo entre lo más destacado de este ciclo.

 

Sinopsis

Alan Wake 2 de Remedy Entertainment

Plataformas: PC, PlayStation 5 y Xbox Series X/S

Aventura de terror donde una agente del FBI empieza a investigar un asesinato en un pueblo cuando su vida se entrelaza con el desaparecido escritor, Alan Wake, que se encuentra en el mundo de sombra.

 

Valió la pena la espera

La secuela de un gran título del género horror survival tardó cerca 13 años en llegar. A diferencia de la entrega anterior, en esta oportunidad el jugador controla la historia de dos personajes.

Por un lado, tenemos al mismísimo Alan Wake, atrapado en Lugar Oscuro desde los eventos del primer juego. Su único objetivo es escapar de esta parodia de Nueva York que resulta decadente. 

Por el otro, está Saga Anderson, una detective del FBI que se encuentra investigando una serie de asesinatos cometidos por lo que parece ser una secta en Bright Falls. Con cada paso que avanza, se encuentra con páginas de una novela que está siendo escrita por Alan desde el otro mundo, que se anticipan a los movimientos de la detective y le sirven de pista, pero también, de alguna forma, la condenan a seguir indicaciones.

Cuando ya se obtiene el control de los dos personajes, se pueden jugar sus historias por separado hasta el punto en que se entrecruzan fuertemente. 

 

Una narrativa única

Tal vez lo más interesante del juego es la forma en que se narra la historia. Más allá de los guiños a otros juegos de la empresa, nos encierra en un universo raro, surrealista, donde nada es lo que parece y todo lo que vemos forma parte de un arte total, una metanarrativa, donde cada acción, descubrimiento, ambientación y conversación nos cuenta algo.

Incluso la música no es solo orquestal. Si se escucha con atención está enredándonos en la trama, que va de momentos jugables a cinemáticas que construyen una tensión que no afloja, pero tampoco lleva constantemente al límite. Nunca estás cómodo, pero tampoco podés soltar el control.

 

Un juego bien pensado

Si bien los puzzles no son de altísima dificultad, por ahí te pueden tomar algún tiempo de rastreo, sobre todo en función de juntar llaves y fusibles para la luz. Lo mismo ocurre con el combate, pero en varias oportunidades es posible esquivar el conflicto si se usa bien el entorno.

Porque un factor clave en este título, al igual que en el anterior, es la luz. Para poder realmente dañar a los enemigos, hay que debilitarlos con una linterna. Por eso, el entorno casi constantemente oscuro agrega dificultad visual, lo que acompañado por el comportamiento de los distintos monstruos que nos encontremos, puede ser fatal.

Lo bueno es que esté juego, no apunta a la cantidad. No vamos a tener enfrente oleadas de enemigos, sino los justos y necesarios para darnos trabajo, pero con el objetivo más de asustarnos que de ponernos violentos.

 

Un par de variantes

Cada uno de los personajes vive su realidad y nos encierra en conceptos distintos. Mientras con Saga estamos inmersos en el horror survival más puro, con Alan Wake nos vamos más al terror psicológico.

Uno de los puntos interesantes de la agente del FBI es la llamada ‘sala de detective’, donde se unirán los cabos de cada investigación, encontraremos pistas e, incluso, podemos mejorar las armas. Este modo puede darnos esa guía que estábamos buscando, pero al mismo tiempo puede pecar de reiterativo y cortar un poco el ritmo de la narración.

Wake, mientras tanto, sigue encerrado en esa Nueva York plagada de oscuridad. Si bien hay combates, no son lo más destacado y la narración es la que se hace fuerte. Las sombras susurran y envuelven y esta parte de la historia invita más a escapar y moverse con astucia que a ir a los golpes. 

Lo técnico destaca

No podemos negar que el motor gráfico Northlight aporta mucho al producto y su narrativa. Si bien es un juego que exige a la PC, aunque en nuestro caso probamos su versión para Xbox Series X/S, todo está puesto en servicio no de la espectacularidad sino de la historia. 

El manejo de la luz, o la falta de, resulta exquisito y atrapante. Además, los detalles de los personajes, sus rostros, animaciones y movimientos, mantienen ese espíritu narrativo, lo que se complementa con la ambientación con texturas de alta calidad. 

Pero ojo, no deja de tener uno que otro hilo suelto que se ve. No vamos a decir que es perfecto, tiene alguno que otro bug, pero desde Remedy trabajan para mejorar la experiencia. 

Dicho todo esto, Alan Wake 2 es una de las gratas sorpresas de 2023 y pelea con Baldur’s Gate 3 por ser de lo mejor del año en The Game Awards. La creatividad, sobre todo al servicio de la narrativa, hacen que sea un jugo atrapante, aterrador y muy adictivo.