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Suba de los alimentos se aceleró y ya hablan de “sinceramiento” de precios tras el 10 de diciembre

De acuerdo al sondeo de la consultora LCG, la inflación en alimentos trepó al 4,3% semanal, la variación más alta en lo que va del año. Mientras, alimenticias prevén una liberación total de controles

Por Redacción

27 de noviembre, 2023 - 08:12

Luego del balotaje que definió a Javier Milei como el próximo presidente, la inflación en alimentos se aceleró, alcanzando el mayor registro en lo que va del año, incluso por encima de la semana posterior a las PASO, que incluyó una devaluación del peso de 22%.

Así se desprende de un relevamiento privado, que parece resumir de alguna manera los últimos días, marcados por la incertidumbre política y económica en la transición hacia un nuevo gobierno.

Se dio, también, en un contexto en el que algunas cadenas de supermercados denunciaron remarcaciones de parte de sus proveedores de hasta un 50%, lo que instó a la Secretaría de Comercio a poner en marcha distintas negociaciones.

En ese marco, según el relevamiento que realiza la consultora LCG, la inflación en alimentos y bebidas fue del 4,3% durante la tercera semana de noviembre. Se trató de la mayor variación en el relevamiento que hace la firma en lo que va del año: superó, así, a la tercera semana de agosto (luego de las PASO, con devaluación del dólar oficial incluida), cuando el alza fue del 4,1%.

“En la tercera semana, la inflación de alimentos aceleró 2,7 puntos porcentuales respecto a la semana anterior. La suba promedia 10% en las últimas cuatro semanas y 11,8% punta a punta en el mismo período. En lo que va del mes acumula un 8,1% de inflación”, resumieron desde la consultora, que detallaron que el rubro “Lácteos aportó el 23% de la variación total, seguido por Comidas Listas”.

Las carnes subieron 1,5% en la semana y aportaron el 0,47% de la suba. Sin embargo, como el “corte” del relevamiento se realizó el último miércoles 22, es probable que no se haya llegado a registrar el impacto pleno de la suba de los cortes vacunos que tuvo lugar a fines de la semana pasada y que, por ende, puede sumar presión en el corto plazo.

Otra consultora que mide la evolución del precio de los alimentos es Eco Go. El último relevamiento de la firma tuvo como fecha de corte el viernes 17 de noviembre, en la previa al balotaje, y registró un alza del 1%.

De todas formas, aclararon: “Esperamos que el cambio de modelo implique una aceleración de la inflación en las próximas semanas, producto de la corrección de precios relativos que se plantea llevar a cabo en la nueva gestión”.

En ese marco, considerando “una proyección de variación semanal promedio en torno al 3% para las próximas dos semanas del mes, la inflación de alimentos consumidos en el hogar en noviembre treparía a 13,1% mensual”, resaltaron desde Eco Go, que a su vez pronosticó una inflación general del 12,2% para noviembre, volviendo así a ubicarse en dos dígitos luego de la desaceleración de octubre.

El “sinceramiento” que se viene

Javier Milei aún no tiene ministro de Economía y mucho menos un eventual “secretario de Comercio” abocado a monitorear los precios y el impacto de la inflación en los bolsillos.

Las empresas alimenticias aseguran que todavía no encuentran en La Libertad Avanza un interlocutor para abordar esa cuestión durante la transición, mientras que los supermercados ya advirtieron que el programa Precios Justos caducará el 10 de diciembre. Todo el sector se rige por las señales que dio el líder libertario durante la campaña, cuando dijo que “los controles de precios fracasaron siempre”.

La política que tendrá Milei para el cuidado del bolsillo y la economía doméstica es un misterio incluso puertas adentro de La Libertad Avanza, porque el armado del gabinete económico está muy trabado, a diferencia de otras áreas, donde ya se están completando los casilleros. Además, todos los nombres de economistas que están orbitando en el esquema libertario tienen experiencias en finanzas. “Nos está faltando la macro y la micro”, reconocía esta semana un referente libertario.

Fuentes del Ministerio de Economía –todavía a cargo de Sergio Massa– aseguraron que aún no hubo una instancia de diálogo con los libertarios para intercambiar información sobre el área referida a Comercio Interior. Las empresas alimenticias y los supermercados, en tanto, tampoco saben quién será su interlocutor.

Esta semana, en tanto, ya como presidente electo, Milei advirtió acerca de la existencia de “seis meses duros” por delante, con peligro de terminar en una hiperinflación. “Si no hacemos el ajuste fiscal, nos vamos a 95% de pobres”, enfatizó. Pero enseguida buscó aclarar que no va a implementar nada parecido a un Plan Bonex, el canje compulsivo de depósitos que implementó el ministro menemista Erman González a finales de 1989.

Se vienen fuertes aumentos en las naftas

Respecto a los combustibles, el futuro secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, viene manteniendo diálogos con empresas del sector desde mediados de año.

Respecto a los combustibles, Chirillo dijo en una de sus presentaciones durante la campaña a las PASO que su objetivo es permitir que los precios internos achiquen la brecha con el precio ‘export parity’, abriendo una transición hacia los valores internacionales conforme se vaya estabilizando la macroeconomía. Sería el fin del barril criollo. Quienes lo escucharon apuntan que Chirillo siempre se refiere a “un sendero de precios” para que los aumentos no sean brutales, a la vez que enfatiza que hay que evitar la desinversión de la cadena.

En el sector petrolero apuntan que el rubro más postergado en materia de actualización de precios es el de los combustibles y lubricantes, que quedó un 42% por debajo de la inflación acumulada en los últimos diez meses.

Respecto a las tarifas de servicios públicos, Chirillo también se refirió en la campaña a un “sinceramiento” del valor de la tarifa y apuntó que “se tiene que recuperar el principio de que el costo del servicio se vea reflejado en la tarifa”. Según los análisis que hacen en La Libertad Avanza, en promedio, teniendo en cuenta todos los segmentos, los residenciales estarían pagando el 50% de la tarifa.

Con información de Ámbito y La Nación