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Prevén que el consumo y el poder adquisitivo se podrían recuperar en el 2025

La fuerte inflación de la primera parte del año y los ajustes tarifarios aún pendientes, harán imposible mejorar los ingresos y por ende el consumo en el 2024

Por Redacción

06 de mayo, 2024 - 07:52

La inflación y el ajuste deprimen los ingresos de la población a niveles que no se observaban en más de dos décadas en la Argentina. A pesar de que la inflación muestra un descenso tras haber tocado un pico del 25,5% en diciembre, tras la mega devaluación que duplicó el precio del dólar oficial, no se lograría compensar la fuerte pérdida del poder adquisitivo de la población al menos durante este año.

La política económica del Gobierno nacional, enfocada en un ajuste del gasto público, principalmente en jubilaciones y obras pública, el freno a la actividad y la licuación de salarios, con el objetivo de bajar la inflación, ha generado un derrumbe de la economía en la gran mayoría de los sectores. La caída del poder adquisitivo, a su vez, es reflejo de este plan.

El consumo caerá 10% este año, mientras que el salario real -en el sector privado formal- caería, en promedio, 7%. Recién en el 2025 podría recuperarse tanto el ingreso disponible como el consumo, según pronósticos de algunas consultoras.

El año próximo, las ventas en supermercados podrían crecer un 2,5%, la actividad en restaurantes mostraría un resultado positivo que alcanza al 4,5% y la venta de electrodomésticos crecería el 12,3%, estimó la consultora Abeceb.

El ingreso disponible de la población podría reducirse más del doble producto del fuerte reacomodamiento definido por el Gobierno nacional de los precios relativos de las tarifas de gas, luz, agua, transporte público y combustibles, que se vienen ajustando muy por encima de la inflación, impactando con fuerza en los bolsillos.

La inflación interanual a marzo fue del 290%, pero los precios de muchos bienes o servicios claves para la vida cotidiana superaron con creces esta magnitud: electricidad y gas, aumentaron el 300%, bebidas alcohólicas, 302%; alimentos, 306%; azúcar, chocolate y golosinas, 349%; pan y cereales, 352%; combustible y lubricantes, 364%; medicamentos, 379%; transporte público, 385%; aguas minerales, gaseosas y jugos, 386%.

Otros que también tuvieron subas importantes, pero no al nivel del Índice de Precios al Consumidor (IPC) fueron las prepagas, con un 289% (aunque la Justicia dispuso devolver lo cobrado por encima de la inflación), restaurantes y hoteles, 266%, educación, 227%; prendas de vestir y calzado, y alquiler de viviendas, 149%. Y todavía muchos deben seguir ajustándose para recomponer los atrasos pasados.

La caída de ventas en los supermercados se estima podría promediar 11% en el 2024, mientras que en restaurantes será del 7,5% en este año. Sólo en marzo, la caída en los súper llegó al 19%, mientras que los restaurantes registraron una pérdida del 6,7%.

Ante este contexto, los consumidores optan por los comercios de cercanía (no hacen compras tan grandes) y eligen segundas o terceras marcas, además de estar atentos y aprovechar las promociones y descuentos.

En el caso de los electrodomésticos, quedaron muy relegados en la lista de compras. Se prevé una caída del 25% para el 2024 debido a que la predisposición de compra sigue en caída en los primeros tres meses del año, y en marzo, registra una caída del 66.2% el nivel más bajo desde la pandemia.

Con información de NA