¿Por qué hay actores económicos que presionan por una devaluación brusca del peso?
El ataque al peso argentino a través de un mercado ilegal y marginal con fuerte impacto en la economía, se explica por el interés de sectores concentrados de la economía que tienen colocaciones en moneda dura
Que la brecha cambiaria entre el dólar ilegal y los dólares oficiales se ‘soluciona’ con una devaluación brusca del peso tiene numerosos adeptos en diferentes sectores de la economía, los medios de comunicación y en algunos partidos políticos.
Para traducirlo, esto significa llevar el dólar oficial, hoy en unos 220 pesos, a los casi 500 del dólar ilegal. Es decir que significaría una devaluación brutal de más de 100%. Esto licuaría los ingresos en pesos y dispararía la inflación por el mismo porcentaje, inflación que ya está en niveles catastróficos.
Es importante también tener en cuenta que ya el peso argentino se devalúa mes a mes acompañando la inflación, tal una de las exigencias del FMI tras el acuerdo, ruinoso para muchos, al que llegó el ex ministro Martín Guzmán respecto al insólito y desmesurado crédito que tomó Mauricio Macri en el 2018.
Entonces, ¿quiénes ganarían con una devaluación brusca? Los exportadores, primero que nadie. También quienes tiene colocaciones en dólares, ahorristas en moneda dura, bancos y financieras, aunque relativamente. La tesis de los devaluadores es que de esta manera, por ejemplo, el sector agroexportador liquidaría divisas.
El lado B de la movida, es que la inflación, como dijimos, se dispararía aún más con el consecuente aumento de la pobreza vía licuación de los ingresos en pesos.
¿El Gobierno nacional podrá evitar una devaluación de hecho? Es lo que intenta con pocas reservas en el Banco Central y acotado poder de fuego. Pero entiende que las consecuencias sociales de una fuerte devaluación de un día para el otro tendrá consecuencias sociales poco menos que insostenibles.
Como es natural, muchísimos argentinos y sectores de la economía que no tienen interés en una devaluación intentan de todas maneras cubrirse vía aumento de precios por ejemplo, o dolarizando activos, lo que a su vez pone más presión. Todo el panorama se complejiza por el año electoral y las propuestas de devaluación brusca o directamente dolarización de la economía de algunos precandidatos a la Presidencia.
Como sabemos, la economía tiene mucho que ver con las expectativas y la confianza. Es justamente lo que está en jaque por estos días donde todo el país está en vilo por un mercado marginal e ilegal que sectores muy poderosos utilizan para forzar una devaluación brutal que tendrá muy pocos beneficiados pero muchísimos afectados.