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Las frutas exóticas adolecen de recolectores

Las plantaciones de mango, como caso testigo, se concentran en Salta, Jujuy y Formosa. Se estaría perdiendo más del 50 por ciento de la producción nacional a falta de recolectores

Por Redacción

19 de enero, 2024 - 21:40

“No hay quien lo levante” se ha convertido en la realidad que atraviesan muchos sectores del ámbito agrícola, más puntualmente las economías frutihortícolas regionales, donde a los productores y dueños de fincas productivas se les dificulta encontrar mano de obra para realizar tareas de cosecha

Uno de los casos más ejemplificadores se da en la provincia de Salta, donde se ha suscitado una gran cosecha de mangos, los cuales terminan arruinándose en el suelo, ya que los productores no tienen un número suficiente de recolectores. Paradójicamente, según los datos del sector, el año pasado, la Argentina importó desde Brasil, 2245 toneladas de esta fruta tropical.

“Ayer me habló una persona que me quería comprar, le dije que se los regalo, pero que él se encargue de hacerlos juntar”, relató Fernando Ortiz, de la zona de Colonia Santa Rosa, en la provincia norteña, en una entrevista con el medio La Nación. En sus fincas, comentó, tiene 70 plantas de mango criollo, que le generan sombra y mantienen el cauce en los canales de riego que utiliza para la horticultura. La raíz del mango impide que los sistemas de riego se desborden, explicó.

Específicamente sobre el mango, Ortiz dijo: “Al estar más cerca de los centros de consumo, nos da más tiempo que la fruta permanezca en las plantas juntando más azúcares, eso hace que sea mucho más sabrosa. Lo mismo sucede con la banana que viene de Ecuador y la que se produce acá.

A causa de la falta de recolectores, la fruta se pierde en el piso, dijo el productor. “De las otras variedades también están en el piso y no se la puede levantar, porque no hay gente. Tengo el patio lleno de abejas, moscas; es un juntadero de bichos por esto. Esta es una planta tropical y frondosa, al ser criollas tienen 12 o 15 metros de altura”.

Ortiz volvió a insistir que el principal motivo por el que se pudre la fruta en el suelo es por la “falta de mano de obra”. A su vez, agregó: “No tenemos un gran, gran volumen, pero la poca gente que yo tengo la pongo en la banana y la papaya".

" La gente lo come, pero comercialmente no tiene mucha salida porque no hay quien lo junte coseche. Los argentinos consumen mucho mango y vale fortuna y se importa desde Brasil el que está circulando”.

Como dato atenuante, comentó que en los últimos días logró ubicar parte de su producción con otros productores de alimentos que necesitan de esta fruta para hacer pulpas.

Las plantaciones mango se concentran en Salta, Jujuy y Formosa. La extensión productiva es de unas 650 hectáreas, de acuerdo con los informes nacionales.

Ortiz agregó, resignado, de los mangos criollos, todos los años, se pudren en el suelo más del 60% de la producción de su campo. Dijo que esto equivale a unas 200 toneladas.

 

El mango se cosecha con caña y gancho, pero escasean los recolectores de esta fruta

“Si tuviera gente de sobra me jugaría a cosechar los mangos, porque al ser plantas no injertadas se cosechan con caña y gancho, y no saco los recursos que tengo en la banana”, precisó. En sus fincas, el productor genera más de 40 empleos directos e indirectos.