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Una provincia hace punta en la emisión de bonos de deuda

La provincia de La Rioja hará circular un bono de deuda para suplir la falta de efectivo por el no envío de fondos desde la Nación

Por Redacción

16 de enero, 2024 - 19:33

El gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, va a cumplir la advertencia que le hizo al Gobierno nacional de emitir su propia moneda si se le retaceaban los fondos que la Nación en vía a las provincias ahora restringidos por las medidas de ajuste fiscal.

El mandatario envió a la legislatura el pedido de autorización para emitir $15.000.000.000 de lo que el mandatario llama su propia moneda pero que en realidad no lo es.

Como según afirma el jefe del ejecutivo provincial, no tiene fondos porque el Gobierno central no se los envía, pagará las deudas del Estado y los sueldos de los empleados públicos con esos papeles que retrotraen a los años previos y posteriores a la llamada crisis del 2002.

Por eso es que se vuelve a la época de los recordados Lecop, Patacones, Federales, Petrones, etc. que cada provincia emitió porque faltaba dinero en el país dado que no se podía emitir emitido por la Ley de Convertibilidad vigente.

Ahora bien, si a esos bonos se los llama moneda, de ninguna manera lo son porque como dice en el proyecto enviado al legislativo riojano se trata de papeles por los cuales la provincia promete pagar en algún momento en pesos u otra moneda legal el monto impreso. El papel se denominará BOCADE (Bono de cancelación de deuda)

 

 

¿Por qué se lo considera una moneda? 

Esos bonos que tendrán el tamaño y el aspecto similar a los billetes de peso deberán, dice el proyecto, considerarse con el valor nominal impreso equivalente a los billetes de la misma denominación. Una norma que pretende que en la calle sean aceptados al igual que los pesos de circulación legal, sin embargo una vez que su circulación se hace pública pueden o no ser aceptados como medios de sobre todo en las transacciones privadas.

La intención de Quintela es pagar las deudas con otra deuda a empresas y reparticiones, también llegarán a las manos de los trabajadores estatales como parte o como la totalidad de sus sueldos. Para que no haya discriminación los bonos se recibirán como pago de impuestos, tasas y  servicios. También se gestionará ante la Cámara de Comercio que los asociados de la misma reciban los bonos en forma de pago.

Sin embargo puede que los comerciantes desconfíen y los reciban a menos valor del nominal o que directamente no los acepten causando grandes molestias a los tenedores que siempre serán involuntarios.

Al final de un periodo que no está establecido los BOCADE serán rescatados a través del Banco de La Rioja y de otros privados autorizados en cuyo caso se canjearán por pesos de la moneda corriente.

Predecesores

 

La Rioja ya pasó por esta situación durante la hiperinflación de 1988-89 y después en la antes mencionada crisis 2001-2002. Eso ocurrió en un contexto de desfinanciación en la cual las provincias del Norte fueron las primeras que emitieron esta clase de bonos, Tucumán, Chaco y Corrientes adoptaron esa metodología que al agravarse la situación del país terminó siendo imitada por el expresidente Fernando de la Rúa cuando sacó a la luz el Lecop.

También tuvieron gran relevancia los Patacones de la provincia de Buenos Aires, los federales y entrerrianos. En Mendoza cuando arreció la crisis el gobierno de Roberto Iglesias decidió emitir un bono de deuda respaldado por las regalías petrolíferas llamado Petron.

A pesar de las dificultades iniciales que pasó la población para pagar sus gastos y sufragar sus necesidades, al final del ciclo el gobierno mendocino rescató los papeles pagando una renta del 5%.