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¿Jaque a los plazos fijos UVA? En plena incertidumbre, el Central impone mínimo de 6 meses

El BCRA decidió duplicar el plazo mínimo de permanencia de los fondos en los depósitos a plazo fijo que ajustan por inflación

Por Redacción

29 de diciembre, 2023 - 09:28

La duración mínima de los plazos fijos UVA pasará de 90 a 180 días a partir de este viernes, según estableció el Directorio del Banco Central (BCRA) a través de la comunicación A7929.

Estos instrumentos contarán con una opción de cancelación anticipada a partir de los 30 días de generada la suscripción.

El límite a invertir será de $5 millones por persona, si bien la normativa deja abierta la posibilidad de aceptar importes superiores. La medida tendrá vigencia para todas las operaciones que se capten a partir de este viernes.

La opción de plazos fijos UVA viene creciendo a un ritmo del 9% diario en los últimos días, de acuerdo a datos del mercado.

Esto sucede porque la importante baja de la tasa de interés de referencia (de 133 a 110%) que realizó el BCRA la semana pasada, transformó a los plazos fijos UVA, que ajustan por inflación, en la alternativa más conveniente para canalizar el ahorro en moneda local.

De acuerdo al texto, el BCRA dispuso “establecer en 180 días el plazo mínimo para los ‘Depósitos con opción de cancelación anticipada en Unidades de Valor Adquisitivo’ (UVA), los que podrán ser constituidos por personas humanas, con opción de precancelación a favor de su titular a partir de los 30 días”.

“Las entidades deberán ofrecer la captación de estas imposiciones por hasta $ 5 millones por cliente, pudiendo aceptarlas por importes superiores. Cuando se trate de imposiciones constituidas a nombre de dos o más personas humanas, a los fines de computar ese límite, el monto del depósito a plazo fijo se distribuirá proporcionalmente entre sus titulares", agregó la comunicación oficial.

La cancelación anticipada deberá ser comunicada a la entidad financiera en cuestión con una anticipación de 5 (cinco) días hábiles, a través de la utilización de mecanismos electrónicos de comunicación (tales como correo electrónico, telefonía, banca por Internet, cajeros automáticos y terminales de autoservicio) o en forma personal cuando así se hubiese constituido.

De ejercerse la opción de cancelación anticipada, la imposición devengará "una tasa fija de precancelación por el plazo efectivamente transcurrido, que será la que libremente se convenga. Esta tasa deberá ser informada al depositante e incluirse en la constancia de la imposición", detalló la normativa.

¿Jaque mate al ahorro en pesos?

La medida es un golpe para los ahorristas y un paso más en la licuación de pasivos en pesos que lleva adelante el equipo económico.

Todo indica que el Banco Central (el Gobierno nacional) busca quitarle atractivo al plazo fijo UVA al alargar el plazo de permanencia mínimo de 90 a 180 días. Así, para el economista Christian Buteler, lo que se hace con esta jugada “es tratar de que la gente no coloque ese tipo de plazos fijos”.

"Se alargan los plazos de permanencia mínimos de tres a seis meses, cuando las colocaciones promedio de los ahorristas son a 30 días y muy pocos pasan a 90, menos van a ir a 180. Así, todo parece indicar que lo que se busca es que la gente no coloque sus pesos en los UVA, que crecieron en diciembre 50%, lo que, aunque se dio partiendo desde una base muy baja, es un incremento muy rápido", detalló el especialista.

En consecuencia, tal como lo plantea el economista Jorge Neyro, se trata de “una medida que apunta a complicar el acceso a la cobertura inflacionaria que dan los plazos fijos ajustados por inflación”. Y es que indica que, al extender el plazo de este tipo de depósitos, que hoy son los únicos que cubren contra inflación, desalienta ese tipo de apuestas.

Para el economista Fedrico Zirulnik, del Centro de Estudios Económicos Scalabrini Ortiz (CESO), “la decisión del BCRA parece ir en línea con la reticencia de los bancos a ofrecer estos instrumentos a sus clientes como mecanismo de cobertura contra la inflación”.

Esto responde, a su vez, a que el plazo fijo UVA rinde inflación +1 y eso hace que sea mucho más atractivo que el tradicional, dado que la tasa nominal anual (TNA) pasó del 133% al 110%, lo que equivale a 9% mensual. Hasta ahora, el rendimiento era del 11% y los bancos podían colocar los pesos en las Leliq, que cubrían ese interés, pero hoy ya no tienen esa opción.

La única cobertura efectiva contra inflación que quedaba para ofrecer al ahorrista es el UVA, pero los bancos quedan descalzados a la hora de garantizar la rentabilidad al ahorrista con los bonos y letras que hoy le ofrece el Gobierno como respaldo porque rinden por debajo de la expectativa inflacionaria. En consecuencia, se resistían a ofrecerlo.

Sobre la base de esa información, se puede interpretar que, con la medida de este jueves, de algún modo el BCRA les hace un guiño a los bancos porque, al obligar al ahorrista a colocar sus pesos por seis meses en un plazo fijo UVA, desalienta la demanda de éstos.

Según el analista de F2 Soluciones Financieras, Andrés Reschini, "el objetivo parece ser canalizar la masa de pesos del sistema financiero hacia colocaciones con tasa fija negativa, como las que ofreció el Gobierno en la primera licitación del Tesoro".

En definitiva, lo que se busca es desindexar esos pesos para que no tengan que seguir siendo sostenidos por el BCRA, que es el que termina garantizando los rendimientos que dan los bancos con emisión. "Esto implica canalizar esos fondos hacia deuda licuable, cepo de por medio", sostiene Reschini. En definitiva, se le quita rentabilidad al instrumento y eso licúa los pesos en un contexto inflacionario como el actual.

Tal como plantea Buteler, el Gobierno busca licuar los ahorros en pesos, y señala que la mayoría de los plazos fijos vencen en la segunda quincena de enero y, con esta medida, de extender tanto la exigencia de permanencia en un UVA, "muchos no van a tener mucha más alternativa que permanecer en uno tradicional" con una tasa que está muy negativa respecto de una inflación que podría superar el 20% o aceptar ir hacia uno ajustado por inflación, pero sin liquidez en el corto y mediano plazo en un contexto de creciente incertidumbre.

"Para el Gobierno, es una manera de secar la plaza de pesos, para que no vayan hacia el dólar en el marco de una búsqueda de la gente de protegerse ante una escalada inflacionaria. Pero, por otro lado, sorprende que la estrategia del BCRA apuntaba a desarrollar el plazo fijo UVA", señala el economista Federico Glustein. Y, en este marco, advierte que, si se acelera la inflación, la extensión de plazos lo que hace es patear una emisión mayor hacia adelante porque están atados a esa variable.

"Eso podría ser un efecto adverso, porque, dado que lo que buscan es desalentar este tipo de colocaciones, ahí, el riesgo latente es que eso podría generar una ida hacia el dólar ante la falta de otro refugio de cobertura, lo que es contraproducente contra la búsqueda de controlar la inflación también", señala.

Con información de Télam y Ámbito