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Contra la corrida: el Banco Central subirá fuerte la tasa de interés y la llevará al 91% anual

La medida de la autoridad monetaria intentará que se apueste por el peso para quitarle presión al dólar ilegal. La tasa de retorno será superior al 140% para el plazo fijo

Por Redacción

27 de abril, 2023 - 13:38

En una drástica medida monetaria para reducir la presión sobre el dólar, esta tarde el Banco Central subirá la tasa de interés 10 puntos para llevarla del 81% al 91%, y además modificaría el monto máximo de plazo fijo alcanzados por esta tasa, que pasará de 10 millones a 30 millones de pesos.

Según informaron varios medios nacionales, la suba será de 1.000 puntos básicos, que la llevará al 91% la tasa nominal anual (TNA), con un rendimiento efectivo mensual en torno al 7,6% y un interés efectivo anual (TEA) del 141% para las Leliq y del 140,5% para el plazo fijo. 

En marzo se había concretado la primera actualización luego de seis meses de mantenerla fija en 75%. En aquella oportunidad llevó la nominal a 78% anual, que implicaba una tasa efectiva todavía por encima de la inflación.

Con este instrumento, según detalla el portal El Destape, el Gobierno nacional intentará despejar los escenarios proclives a una descontrolada devaluación del peso provocada por una corrida. No obstante, la contracara de la suba de tasas para volcar el ahorro hacia el peso es un posible impacto sobre la actividad económica. La toma de crédito por parte pequeñas y medianas empresas podría verse condicionada, que hasta ahora "surfea" el enfriamiento macroeconómico.Las cifras se traducen en la proximidad del estancamiento. En febrero, el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) se mantuvo sin cambios respecto a enero, acumulando en el año un modesto avance (+0,5% respecto a diciembre).

De esta manera, tras acumular cuatro meses en caída al cierre de 2022, la actividad se estancó en un nivel 2,1% inferior al de agosto del año pasado, afectada por las restricciones a las importaciones, el deterioro de los ingresos reales, un impacto parcial de la sequía y una política fiscal-monetaria con mayor sesgo contractivo.