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Manuel Molina, un desconocido patriota mendocino

Siendo un destacado abogado, representó a Mendoza en muchos hechos que jalonaron la historia de nuestra Nación, e incluso participó en la campaña de los Andes

24 de julio, 2023 - 09:19

Para la mayoría de los argentinos, el nombre de Manuel Ignacio Molina es totalmente desconocido.

Pero este patriota tuvo desde 1810 la responsabilidad de representar a Mendoza en varias oportunidades y, es más, estuvo involucrado en el proceso de elección de diputados para la trascendental Asamblea General Constituyente que tuvo lugar en Tucumán en 1816, hecho que ha quedado olvidado en la historia.

En resumen, la figura de Molina es desconocida como muchos grandes patriotas que aún siguen en el absoluto anonimato.

 

Personaje a nivel nacional

Manuel Ignacio Molina nació el 1 de enero de 1758 en la ciudad de Mendoza. De una distinguida familia, su padre era el Maestre de Campo Juan Gregorio Molina Vasconcelo y su madre, Josefa Ventura Videla.

Su educación fue rigurosa y completa, realizando estudios en Mendoza y Córdoba.

En 1775, ingresó al prestigioso Colegio de Montserrat, donde adquirió una sólida formación. Cuatro años después, se graduó como docente y en 1781 decidió continuar su formación en leyes, matriculándose en la Universidad de San Felipe, en Santiago de Chile.

Su dedicación y talento se reflejaron en sus logros académicos, obteniendo en 1784 el título de bachiller en Cánones y Leyes.

Grabado que reproduce una de las reuniones de la Primera Junta de Gobierno, en las que Molina representaba a Mendoza

Un año después decidió trasladarse a Buenos Aires, donde se inscribió en la matrícula de Abogados de la Real Audiencia, consolidando su carrera legal en la región. Su experiencia y sus habilidades le valieron el reconocimiento de la Audiencia de Chile, que también le otorgó el título de abogado en 1787.

Molina, además de ejercer la abogacía en Mendoza, tuvo un destacado rol en la minería, actividad en la que con Javier Molina y José Moret construyeron un gran complejo de fundición y molienda en el paraje de San Lorenzo Mártir, en Uspallata, emprendimiento que funcionó desde fines del siglo XVIII hasta las primeras décadas del siglo XIX.

Además, en aquellos tiempos se desempeñó en el Cabildo local, ocupando diversos cargos como procurador general de la ciudad, alcalde y regidor.

El 6 de julio de 1794, contrajo matrimonio con Margarita de Molina y Sotomayor (1779-1827).

Molina tuvo una importante participación como delegado para representar a Mendoza en la Primera Junta Provisional de gobierno en 1810, ya que fue elegido por el Cabildo para reemplazar al infortunado Bernardo Ortiz, quien, habiendo sido elegido en primera instancia, luego enfermó y falleció a mediados de ese año.

Ya en Buenos Aires, el licenciado Molina participó en la Junta Grande de gobierno que se formó en diciembre de 1810 y fue disuelta en 1811. Luego de la disolución de la Junta, fue nombrado fiscal de la Audiencia de Buenos Aires.

De regreso en Mendoza, fue elegido alcalde de primer voto y ejerció el mando civil de la ciudad.

El histórico Cabildo de Buenos Aires, donde nació el primer gobierno patrio

 

El Cabildo elige

El 3 de junio de 1815, los miembros del Cabildo de Mendoza se reunieron en la Sala Capitular para discutir el ‘Estatuto Provisional’ enviado por el gobierno de Buenos Aires para definir si aceptaban el mencionado estatuto y enviaban o no los representantes.

En el recinto se encontraban destacadas figuras, como el cura vicario de la ciudad Domingo García, Juan Agustín Maza, Clemente Godoy, Pedro Nolasco Ortiz, Tomás Godoy Cruz, el licenciado Molina y el doctor Bernardo de Vera, junto con otros funcionarios del gobierno.

Hubo opiniones divergentes, ya que algunos querían aceptarlo y otros preferían esperar la aprobación en la Asamblea de Tucumán. La decisión se pospuso, pero se acordó la urgencia de elegir dos representantes para el próximo ‘Congreso Constituyente’ en Tucumán, propuesta que fue aprobada por unanimidad-

En la tarde del domingo 18 de junio de 1815, se reunieron los miembros del Cabildo de Mendoza para cumplir con lo solicitado por el Estatuto Provisional del gobierno de Buenos Aires y dar inicio a la nueva Asamblea General Constituyente que se establecería en Tucumán.

En esa reunión se eligió a Tomás Godoy Cruz y a Manuel Ignacio Molina como diputados que representarían a Mendoza en el Congreso.

En septiembre de ese año, cuando se iniciaban los preparativos para que los congresales electos partieran hacia Tucumán, el licenciado Molina presentó su renuncia ante el Cabildo por motivos personales y en su lugar fue elegido el doctor Juan Agustín Maza.

La renuncia no fue bien vista por el Libertador General San Martín, pero de todos modos la aceptó de buen modo.

Mientras tanto, en Mendoza, Molina seguirá aportando su apoyo a su amigo San Martín para la formación el Ejército de los Andes. Además, el prestigioso abogado preparó un plan militar para la campaña de los Andes.

Posteriormente, continuó en la función pública y durante la desintegración de las provincias de Cuyo en marzo de 1820, fue elegido miembro de la Sala de Representantes de Mendoza, y un año después ocupó la presidencia de la misma.

Falleció en Mendoza el 28 de octubre de 1828, y su cuerpo fue enterrado en el campo santo del templo de Santo Domingo.