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El invierno llegó para las mascotas: ¿cómo cuidarlas del frío?

Tanto perros como gatos tienen sensibilidad a los días fríos. Para evitar enfermedades y otros problemas, algunos hábitos simples pueden ser muy útiles.

Por Redacción

30 de junio, 2021 - 13:01

La temporada invernal ya llegó y cada semana podemos sentir que necesitamos calefaccionar, abrigarnos más dentro y fuera de casa y comer caliente para hacer frente a temperaturas que a veces se ubican debajo de 0ºC. Pero no sólo nosotros y nuestras familias nos vemos afectados por el cambio de clima; las mascotas, ya sean perros, gatos u otros animales, también requieren que les prestemos atención en este sentido.

Si bien generalmente basta con adoptar algunos cuidados básicos, es importante entender cuáles son los efectos del frío en los animales domésticos y cómo pueden variar de acuerdo a la especie, raza, edad e incluso a la forma de educación o trato que reciben en el hogar. En épocas de aislamiento y salidas no tan frecuentes, ellos se convierten en un sostén emocional fundamental y merecen que nos comprometamos a darles algunos cuidados extra.

Lo principal es evitar que nuestros compañeros contraigan enfermedades por estar expuestos a las bajas temperaturas, y para eso desde El Ciudadano te mostramos los aspectos principales a tener en cuenta.

 

¿Las mascotas sienten el frío?

Existen mitos que aseguran que los animales cuentan con algún tipo de "protección natural" contra el frío por tener pelaje abundante y por "estar acostumbrados" a no usar abrigo y buscar cobijo cuando perciben el descenso de la temperatura. Quizá esto podría ser cierto si hablamos de especies salvajes, pero en cuanto a las mascotas, nada más alejado de la realidad. 

De hecho, existen cada vez más estudios que sostienen que la percepción de las temperaturas bajas de los animales domésticos no es muy diferente a la de los humanos. La domesticación y la variedad de razas por modificación genética a lo largo del tiempo han afectado a la capacidad de las mascotas para adaptarse a los cambios de clima.

Los perros, por ejemplo, pueden sufrir de hipotermia si su temperatura corporal baja de los 34ºC, riesgo que se presenta si están expuestos a temperaturas menores a -5ºC. Un cachorro canino puede sentir frío si hacen entre 7ºC y 12ºC, mientras que un adulto puede notarlo a partir de los 8ºC.

Es cierto que el pelaje juega un papel importante, y es por eso que las razas de pelo corto como el boxer, dóberman, beagle, galgo, rottweiler o pitbull, entre otros, suelen ser más susceptibles al descenso de las temperaturas contrario a otras como el golden retriever, san bernardo, boyero de berna o pastor alemán. Por su parte, los perros mayores de 10 años y los de contextura pequeña tienden a sufrir el frío más que la media.

En cuanto a los gatos, se estima que su umbral de percepción del frío se ubica en los 22ºC, por lo que son bastante friolentos. Esto también puede variar de acuerdo a su edad y pelaje.

 

Cómo cuidar a mi perro del frío

Un factor a tener en cuenta además de la edad y densidad del pelaje es si el perro vive dentro o fuera de la casa. Si vive dentro, es probable que le cueste más adaptarse al descenso de la temperatura. Teniendo esto en cuenta, los siguientes consejos podrían servirte para que el invierno no le afecte:

  • Si el perro duerme afuera, acondicionarle un lugar cómodo y aislado del frío del suelo. Puede ser una cucha de madera o un cobijo con mantas en un garage, por ejemplo.
  • Proporcionarle una prenda abrigada. Si no podes comprarle una, cualquier abrigo para personas que no se use en tu casa servirá perfectamente.
  • Cuidar que el abrigo cubra bien las zonas del lomo y el cuello, ya que estas partes del cuerpo son las más expuestas a la temperatura.
  • Si el perro acostumbra a estar adentro y usa abrigo, sacárselo cuando está en la casa y ponérselo cuando va a salir, siempre que puedas. Los cambios bruscos de temperatura pueden ocasionar enfermedades respiratorias.
  • Si vivís en departamento, pasea a tu perro diariamente.
  • Asegurate de que el perro tenga agua disponible a toda hora. La hidratación y buena alimentación son claves para que se mantenga saludable y su cuerpo responda de forma eficiente para regular la temperatura.
  • Evitá que se moje con la lluvia o nieve.

Cómo cuidar a mi gato del frío

Cuando las temperaturas empiecen a bajar, es muy probable que notes cómo tu gato busca los lugares cálidos del hogar. Quizá pase más tiempo escondido, cerca de estufas o calefactores, acurrucado en mantas o incluso cerca tuyo. Los siguientes consejos podrían servirte para protegerlo del frío adecuadamente:

  • Cepillarlo con frecuencia. El pelaje de los gatos es su principal defensa contra el frío, y su acumulación o enredo puede obstruir la ventilación de la piel.
  • Menos abrigo, más mantas. Los gatos están preparados para higienizarse de manera independiente, y ponerles prendas puede complicar este comportamiento. Quizá sea mejor usar mantas para prepararle una cucha aislada del frío del suelo.
  • Si tu gato acostumbra a entrar y salir de tu casa o departamento, procurá que pueda volver a ingresar cuando quiera para no estar expuesto al frío de manera prolongada. Para eso, controlá que tenga una vía de entrada disponible siempre.