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Video: ¿es posible la resurrección mediante Inteligencia Artificial?

La tecnología plantea dilemas éticos que deben tenerse en cuenta antes de seguir en la carrera incesante del ‘progreso’. El origen de la búsqueda fue solucionar diversos avatares de la humanidad, que paradógicamente, es ahora lo que puede perderse 

30 de junio, 2023 - 10:40

La posibilidad de interactuar con fallecidos mediante la Inteligencia Artificial plantea cuestiones intrigantes y profundas sobre la naturaleza de la vida, la muerte y nuestra relación con aquellos que ya no están físicamente con nosotros. La idea de revivir a los muertos a través de esta tecnología puede resultar fascinante, pero también plantea una serie de implicaciones éticas y emocionales.

 

Resurrección mediante Inteligencia Artificial: te lo contamos en 60 segundos

La llamada “tecnología del duelo” ofrece la oportunidad de mantener un vínculo con seres queridos fallecidos a través de avatares que los representan. Mediante el uso de datos como videos, fotografías, grabaciones de voz y características de personalidad, se puede crear una versión digital de aquellos que hemos perdido. Algunas empresas ya están incursionando en este campo, empleando la inteligencia artificial para generar avatares de fallecidos.

La premisa es que prolongar los lazos con seres queridos, a través de la inteligencia artificial, podría facilitar el proceso de duelo y la aceptación de la muerte. Sin embargo, surge la pregunta de hasta qué punto estas representaciones digitales pueden afectar nuestra capacidad para aceptar una pérdida. Si bien la idea de poder ver y hablar con un avatar de alguien que murió puede brindar consuelo inicialmente, podría generar, también, una dependencia emocional poco saludable y obstaculizar el proceso natural de duelo y adaptación.

Es esencial tener en cuenta que estas representaciones digitales son, en última instancia, creaciones artificiales. Aunque puedan parecer visualmente realistas y responder preguntas de manera convincente, carecen de la autenticidad y profundidad emocional que caracteriza a los seres humanos. La inteligencia artificial aún no puede replicar completamente la complejidad de la mente humana y las emociones que la acompañan.

Además, debemos reflexionar sobre el significado y las consecuencias de esta nueva frontera tecnológica. ¿Realmente deseamos perdurar en el tiempo en forma de un avatar digital? ¿Cuál es el impacto a largo plazo en nuestra comprensión de la vida y la muerte? Estos interrogantes plantean dilemas éticos y filosóficos profundos que debemos abordar con cuidado y consideración.

La tecnología siempre ha tenido el poder de desafiar y transformar nuestra forma de vida, y la inteligencia artificial no es una excepción. Si bien ofrece nuevas posibilidades y oportunidades, también nos exige una reflexión crítica sobre los límites de lo que deberíamos hacer y hasta dónde deberíamos llegar. En última instancia, es fundamental equilibrar el avance tecnológico con nuestra humanidad, teniendo en cuenta las implicaciones emocionales, éticas y existenciales que surgen de esta intersección entre la vida y la tecnología.