Secretos del asador: cómo mantener tu parrilla en el estado ideal

Es más que un simple utensilio de cocina. Es un símbolo de reuniones familiares, de celebraciones, y de momentos memorables al aire libre. Y es la parte esencial del asado argentino, pero pocos conocen la verdadera importancia de mantenerla en condiciones. En esta nota vamos a explicar cómo prevenir el óxido del metal, y cómo lograr un fuego de la manera adecuada.

Una parrilla bien cuidada no solo mejora el sabor de los alimentos, sino que garantiza también una cocción uniforme. Y para que no se oxide, un efecto que es el principal enemigo de los metales, hay varias estrategias para implementar.

Aceite vegetal

Es una de las formas más efectivas para proteger la parrilla. Basta con aplicar una capa de aceite vegetal en las rejillas, luego de cada limpieza. El aceite se convierte en una barrera que previene la humedad y la corrosión. Se puede usar aceite de girasol, e incluso aceite de oliva. Se coloca una pequeña cantidad con un paño limpio, o en una toalla de papel, y se frotan las rejillas.

 

Sprays antiadherentes

Hay sprays específicos para parrillas, y están diseñados para soportar temperaturas altas. Crean una capa protectora sobre el metal, pero hay que aplicarlo cuando la parrilla está fría.

 

Cubiertas para parrillas

Si nuestra parrilla va a estar afuera, es conveniente comprar una funda impermeable. Protegen a la parrilla de la lluvia y la humedad, que son factores claves para la oxidación.

Curado de la parrilla

Antes de usar una parrilla de hierro, es recomendable curarla. Para esto hay que aplicar una capa de aceite y calentarla a temperatura alta, para crear una capa protectora. Sin embargo, el proceso requiere de un paso a paso detallado:

1. Limpiar la parrilla a fondo, para eliminar suciedad

2. Aplicar una capa generosa de aceite vegetal en todas las superficies

3. Precalentar la parrilla a temperatura alta, al menos por una hora

4. Dejar que se enfríe, y repetir el proceso

¿Cómo evitar la humedad?

Siempre que sea posible, hay que guardar la parrilla en un lugar seco y ventilado. Si el hogar está en un lugar muy húmedo, conviene colocar la parrilla cerca de un humidificador, o utilizar bolsas de gel de sílice para absorber la humedad.

Para evitar la oxidación del metal, lo mejor es hacer una limpieza regular. Luego de cada uso hay que limpiarla a fondo, retirar los restos de comida (ya que pueden atraer la humedad). Pasar un cepillo de cerdas duras con agua caliente y jabón. Si la parrilla tiene una bandeja de goteo, asegurarse de vaciarla y limpiarla también.

Uso de la sal

Un truco menos conocido es espolvorear sal sobre las rejillas después de limpiarlas. La sal puede ayudar a absorber la humedad y, por lo tanto, reducir el riesgo de oxidación. Sin embargo, asegúrate de limpiar bien la parrilla antes de usarla nuevamente, ya que la sal puede afectar el sabor de los alimentos.