FEMICIDIO
Este lunes se cumplen 11 años de muerte de Ángeles Rawson, una joven de 16 años, que fue víctima de un brutal feminicidio que conmocionó a Argentina.
El 10 de junio de 2013, su madre, Jimena Aduriz, denunció su desaparición en Palermo. Al día siguiente, el cuerpo de Ángeles fue hallado en la planta de tratamiento de residuos de la CEAMSE en José León Suárez. El edificio en Ravignani 2360, donde vivía la adolescente, se convirtió en el epicentro de dolor y cobertura periodística.
Inicialmente, la Justicia sospechaba del padrastro de Ángeles, Sergio Opatowski, pero todo cambió cuando Jorge Mangeri, el portero del edificio, confesó ser el autor del asesinato.
La investigación reveló que Mangeri la raptó e intentó abusar de ella en uno de los espacios del edificio. Ángeles luchó por su vida, pero el portero la estranguló y asfixió durante casi cinco minutos.
Los médicos forenses confirmaron que la causa de muerte fue asfixia, y Mangeri le fracturó costillas, la clavícula y una vértebra. Además, se encontró su ADN debajo una de las uñas de la víctima, relacionado con las más de 20 lesiones de defensa que él tenía en su cuerpo.
El juicio resultó en la condena de Mangeri a prisión perpetua por "femicidio en concurso ideal con abuso sexual y homicidio agravado criminis causae".
Recientemente, Mangeri fue trasladado al penal federal de Rawson en Chubut. La abogada Patricia Viviana Croitoru asegura que están gestionando su regreso a Buenos Aires, ya que está lejos de su familia, y que no ha tenido problemas con otros reclusos