|27/07/23 11:01 AM

¿Por qué Julio A. Roca y su estatua en Bariloche generan tanta polémica?

Historiadores responden a esta pregunta respecto al dos veces presidente y líder de la campaña del desierto. Su monumento en la ciudad patagónica será reubidado

Por Redacción

27 de julio, 2023 - 11:01

El anunciado traslado del monumento al expresidente Julio Argentino Roca de su actual sitio en el Centro Cívico de la ciudad rionegrina de Bariloche, ha reactivado un interesante debate sobre la figura del militar y cómo un homenaje también puede convertirse en una afrenta.

Para muchos se trata de “un genocida”, así lo demuestran las repetidas y constantes vandalizaciones que ha sufrido la estatua de Roca a lo largo de las décadas.

El Centro Cívico de San Carlos de Bariloche fue inaugurado en 1940, y el 14 de enero de 1941, se colocó la estatua de Roca. El municipio de Bariloche aclaró que la reubicación del monumento fue aprobada por la Comisión Nacional de Monumentos y Sitios Históricos.

 

No obstante, también hay quienes rescatan a “una personalidad relevante que marcó con claroscuros el devenir de nuestra patria” respecto a Roca, como indica el historiador Pacho O’Donnell, citado por Página/12.

Asimismo, el prestigioso orfebre Juan Carlos Pallarols se mostró en contra de la reubicación de la escultura ya que "moverla de su actual emplazamiento es asumir un riesgo enorme e innecesario por el peligro que corre, dado el estado actual en el que la han dejado las diversas vandalizaciones a las que ha sido sometida”.

Volviendo a O’Donnell, sostiene que “Roca ha sido objeto de ataques desde un revisionismo mal entendido, fundamentalista y demagogo, que propone, por ejemplo, el derribo o traslado de sus monumentos”.

“Pero -aclara el historiador- la representación de su figura, allí, frente al lago Nahuel Huapi y en el centro de la plaza Expedicionarios del Desierto, es también una afrenta para los pueblos originarios que la campaña llamada Conquista del Desierto’”, dirigida por Roca, “buscó eliminar como ciudadanos del naciente Estado nacional”.

A su turno, el historiador y docente de la Universidad de Río Negro (UNRN) Walter Delrio pone el ojo en un detalle no menor: “Es una estatua ecuestre de Roca, con uniforme militar”, y agregó: “Esto lo presenta como el victorioso general de la campaña destinada a eliminar a los pueblos indígenas y someterlos al criterio de la civilización, desarmando familias, reduciéndolos a la servidumbre o deportándolos para el trabajo, por caso, en los ingenios azucareros tucumanos”.

Sobre la decisión del traslado del monumento, Pilar Pérez, doctora en Historia (UBA) y docente e investigadora del Conicet y de la UNRN, indicó: “Es un proceso vaciado de la discusión política sobre lo que significa su figura”. Y destaca que el proyecto “no retoma el debate sobre el proceso de la conquista militar que hoy está en la sociedad. Hubiera sido deseable un proceso más informado, que contemple los trabajos realizados en los últimos treinta años desde el sistema científico nacional”. Pérez se refiere a las investigaciones donde se prueba que esta campaña militar fue un genocidio.

La definición de ‘genocidio’ está dada por Naciones Unidas “sobre los procesos históricos destinados a eliminar minorías, religiosas o étnicas y esta campaña fue una de ellas -completa Delrio-, debían transformarlos en ciudadanos útiles. Que no sigan existiendo con su propia forma de organización y su cultura, por eso no se habla de exterminio sino de genocidio”.

Y agrega, a propósito de Roca y su estatua ecuestre: “Siempre la geografía urbana está atravesada por la política y se la utiliza para mantener mensajes y lecturas de la realidad y de la idea de nación que ponen en juego”.

La respuesta a los reparos de Pallarols

El intendente de Bariloche, Gustavo Genusso, le respondió al orfebre Juan Carlos Pallarols respecto a su preocupación por el estado de la estatua. 

A través de una carta, difundida por el diario local El Cordillerano, el jefe comunal explicó: "Hemos recibido su generoso ofrecimiento, así como sus inquietudes y sugerencias. Nos honra que una personalidad de su trayectoria y reconocimiento nos comunique su interés por nuestra ciudad y patrimonio. En respuesta a su preocupación, deseamos comunicarle que es motivo de orgullo para nuestra gestión, el compromiso asumido hacia el cuidado y preservación del conjunto del Centro Cívico".

Asimismo, Gennuso indicó que "en función de este trabajo, se realizó un proyecto que requirió de varias modificaciones. Estos cambios implicaron la revisión de cada uno de sus detalles, entre los que se incluyeron los daños infligidos al monumento del general Julio Argentino Roca y la decisión de su remoción. Como resultado de todo este proceso, la Comisión Nacional de Monumentos y Sitios Históricos aprobó la realización del proyecto en todos sus términos", remarcó el jefe comunal.

Finalmente, sobre la relocalización del monumento confirmó que "es en función de su conservación y cuidado a largo plazo, que se determinó su reubicación dentro del Conjunto Patrimonial, luego de su restauración. Confiamos en que reciba nuestro agradecimiento sincero ante su disposición. Nos motiva saber su aprecio e interés por la ciudad y nuestro arte", concluye la carta del intendente municipal.

 

Sobre Julio Argentino Roca

Tras dirigir la campaña militar, Roca fue dos veces presidente (1880 - 1886, y 1898 - 1904). Además, dirigió por 30 años el Partido Autonomista Nacional (PAN), oponiéndose al voto secreto y obligatorio. Esto les permitió a esa agrupación permanecer 42 años en el poder.

También fomentó “la llegada del ferrocarril a lugares donde no le interesaban a Gran Bretaña", suma O’Donnell. Y durante su presidencia se desarrollaron los complejos portuarios. Aumentó la inversión extranjera, la inmigración y la expansión agropecuaria. La legislación fue laica y la educación “común, gratuita y obligatoria”, señala Delrio.

“Habría que ver si todos los que sostienen que hay que mantener aquí la estatua, también adhieren a estos postulados, si compran el combo completo”, ironiza Delrio, a propósito de la educación pública y gratuita.

Suma Pérez: ​“Sacar la estatua no termina con la discusión sobre los postulados políticos que la sostienen, porque está anclada en un proceso de construcción de nacionalidad más profundo y difícil de desarmar. Pero la evidencia que hemos reunido da cuenta del proceso genocida, entonces, tener la imagen de un criminal en la plaza central de esta ciudad, es doloroso para los pueblos originarios, pero también debería serlo para pensarnos como sociedad”.

Y cerró: “¿Podríamos sostener una estatua de un genocida de la última dictadura? Claramente no. En esta línea es positivo que la estatua se mueva del lugar central y simbólico, tan poderoso que tiene en la actualidad”.