Todo aumenta

Otro golpe más y van... Suben tarifas de gas y electricidad en septiembre

El Gobierno autorizó un incremento del 4% y, además, aumentarán la nafta y el gasoil.

Redacción

Por Redacción

29 Agosto de 2024 - 17:42

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Septiembre no solo trae la alegría de la primavera, sino también el descontento por los incrementos en servicios esenciales. El Gobierno de Javier Milei implementará nuevas subas en las tarifas de gas y electricidad a partir del domingo 1° de septiembre, afectando a millones de usuarios en todo el país.

Pero los aumentos no se limitan a la energía: los precios de la nafta y el gasoil también experimentarán un alza, como ha venido sucediendo el primer día de cada mes durante todo el año. Se prevé que las facturas de luz y gas suban un 4%, mientras que los combustibles verán un incremento promedio del 2,5%.

Estas medidas forman parte de una estrategia más amplia del equipo económico del gobierno, que busca desacelerar la inflación y ordenar los precios relativos, un proceso que se reanudó en agosto. Bajo la dirección del ministro de Economía, Luis Caputo, se autorizó el ajuste en las tarifas de luz y gas con el objetivo de reducir el gasto público en subsidios energéticos, una carga significativa para el Estado.

Este ajuste tarifario permitirá a las empresas distribuidoras y transportistas de energía, como Edenor, Edesur, Metrogas, Camuzzi, Naturgy, TGN y TGS, actualizar sus cuadros tarifarios. Estas compañías habían estado reclamando la posibilidad de ajustar sus precios debido a los crecientes costos operativos y a la necesidad de realizar inversiones en infraestructura para garantizar un suministro estable y de calidad.

La decisión del gobierno refleja un intento por equilibrar las finanzas públicas en un contexto de alta inflación, donde la necesidad de reducir el déficit fiscal choca con el impacto directo en el bolsillo de los ciudadanos. Los ajustes, aunque necesarios según las autoridades, generan preocupación entre los consumidores, que ven cómo sus ingresos se ven cada vez más comprometidos por el alza de los servicios básicos.

Además, el impacto de estas subas en la economía doméstica se suma al de otros aumentos que ya han erosionado el poder adquisitivo. Los expertos advierten que, aunque la medida podría ayudar a contener la inflación a largo plazo, en el corto plazo podría generar un efecto adverso en el consumo y la calidad de vida de la población.

Este contexto subraya la complejidad del desafío económico que enfrenta el Gobierno, donde cada decisión tiene múltiples repercusiones y donde el equilibrio entre estabilidad económica y bienestar social se torna cada vez más difícil de mantener.