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María Kodama murió sin dejar testamento: ¿qué pasará con el legado de Borges?

La viuda del escritor argentino falleció el 26 de marzo, pero no dejó ninguna indicación sobre qué hacer con los derechos y su patrimonio

Por Redacción

04 de abril, 2023 - 08:40

La obra de Jorge Luis Borges, fallecido en Ginebra en 1986, entrará en dominio público en 2056, cuando se cumplan 70 años de su partida. Antes de morir, el escritor argentino se casó con su asistente, María Kodama, y en ella depositó su legado. Con la muerte de la mujer, acaecida en marzo de 2023, surge un nuevo problema: el destino del patrimonio y el legado general de Borges, ya que su viuda no dejó testamento alguno.

La viuda y albacea de Borges murió sin dejar constancia de los destinos del legado literario del autor de "El Aleph" y, según pudo relatar el apoderado legal de María Kodama, el patrimonio pasaría a manos del Estado. No obstante, el letrado informó que solicitó a la Justicia que se decrete abierto el juicio sucesorio para verificar la existencia de herederos. 

Meses antes de morir, Kodama había mostrado la intención de entregar el legado de Borges a dos universidades extranjeras. Se especulaba que podrían ser la Universidad de Tokio, que trabaja fuertemente sobre la obra del escritor, o la de Texas o Harvard, organismos con los que se avanzaba en conjunto. Pero nada de lo que se sugería ocurrió: María Kodama no dejó testamento.

 

"La escribana de confianza no tiene testamento. Nadie del círculo cercano tiene ningún papel al respecto. Si al momento de entrar en su casa se encuentra algún testamento, se tomará ese como válido. Pero las posibilidades de que esto ocurra son bajísimas", dijo el abogado de Kodama, Fernando Soto.

Si no se encuentran herederos, o no hay una disposición, la herencia de Jorge Luis Borges pasará al dominio público. "En este caso será la Ciudad Autónoma de Buenos Aires", según confirmó el abogado. El profesional expresó también que "ante alguna polémica en el entorno de María Kodama, decidí presentarme ante la Justicia. Me presenté como persona interesada, porque el Código Civil establece que cualquier persona interesada puede pedir medidas de protección de los bienes".

 

Fernando Soto, abogado de María Kodama

Soto explicó que hay un lapso de 10 años para que algún pariente heredero se presente. Pero si no aparece ningún familiar, el legado literario de Borges quedará en manos del Estado. En este caso, la ciudad de Buenos Aires se encargará de gestionar los derechos de las traducciones, las nuevas ediciones y los materiales inéditos, una tarea que venía gestionando Kodama desde la muerte del escritor.

 

En qué consiste la herencia

La herencia de María Kodama consiste en el departamento donde vivió, en Recoleta, la sede de la Fundación Jorge Luis Borges (Anchorena 1660), y departamentos en París y Ginebra. Todo el funcionamiento de la fundación quedaba en manos de Kodama. "La fundación es autónoma, pero si no tiene fondos, ¿cuánto puede durar?", se preguntaba el abogado.

 

Fernando Soto indicó que impulsará medidas para proteger la obra literaria de Borges, una vez que sean identificadas las piezas. En este sentido, aconsejó resguardarlas en la Sala del Tesoro, en el Banco Ciudad, el lugar destinado a los objetos artísticos. 

Los planes para el futuro son varios: Penguin, una editorial extranjera, sigue con el plan de reeditar algunos libros de Borges. La próxima edición de la Feria Internacional del Libro contará con la celebración de los 100 años del primer libro del escritor. Y además, la publicación de tres libros escritos por María Kodama, titulados "Homenaje a Borges", ya publicado en 2016. 

 

En una entrevista que se le hiciera en 2021, María Kodama expresó: "Si hubiera sabido que Borges me nombraba heredera no hubiera aceptado. Por eso, cuando él murió, su abogado me dijo que antes de hablar con la prensa tenía que darme la noticia de que me había nombrado como heredera universal". 

"Yo le dije: '¿Cómo no me consultaron?' Y él me contestó que Borges le dio la orden de decírmelo cuando él estuviese muerto, porque de lo contrario yo no iba a aceptarlo. Borges sabía que iba a ser yo. Mis amigos me decían: 'Claro, fue un vivo, porque sabía cómo vas a cuidar su obra, sos japonesa y si tenés una responsabilidad la vas a cumplir, aunque te cueste la vida'".